El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, anunció este miércoles 9 de julio de 2025 que el Gobierno suspenderá por tres meses la tramitación de solicitudes de asilo de migrantes del norte de África que lleguen por mar, especialmente a través de la isla de Creta, donde se ha registrado un incremento en los flujos migratorios.
Medida de emergencia ante llegada masiva
Durante su intervención ante el Parlamento, Mitsotakis explicó que esta decisión responde al aumento reciente de llegadas en aguas del Mediterráneo central. Esto en particular frente a Creta, la isla más grande del país. Según reportes del diario Kathimerini, la Guardia Costera griega ha rescatado a casi 2.000 migrantes en los últimos días.
«El paso a Grecia se está cerrando», declaró el primer ministro, enfatizando que el objetivo es enviar una señal a los traficantes de personas y sus potenciales clientes. Añadió que se trata de una medida similar a la tomada en marzo de 2020, cuando Grecia enfrentó una crisis migratoria en la frontera con Turquía.
Cooperación militar con Libia
Mitsotakis también mencionó que las Fuerzas Armadas de Grecia están listas para colaborar con Libia con el fin de impedir la salida de embarcaciones desde sus costas. Esta declaración se produce un día después de que la administración paralela libia cancelara una reunión con representantes de la Unión Europea y ministros de Interior de Grecia, Italia y Malta.
El Gobierno griego presentará formalmente este jueves ante el Parlamento una legislación específica para implementar esta suspensión. Lo harán junto con un nuevo mecanismo de gestión migratoria centrado en Creta.
Contexto regional de la crisis migratoria
Creta se ha convertido recientemente en un nuevo punto de tránsito para migrantes irregulares. Debido al aumento de controles en otras rutas tradicionales del Mediterráneo oriental. La situación refleja el cambio dinámico en los flujos migratorios hacia Europa, que ha puesto presión adicional sobre las políticas fronterizas de países como Grecia.
La decisión del gobierno griego podría generar reacciones en organismos internacionales y en la Comisión Europea. Hasta ahora ha mantenido una postura de equilibrio entre el control fronterizo y la protección de los derechos de los solicitantes de asilo.