La actriz estadounidense Kelley Mack, conocida por su papel en The Walking Dead, falleció a los 33 años tras una valiente lucha contra un glioma difuso, dejando un legado en cine y televisión.
La actriz estadounidense Kelley Mack, conocida por su papel en The Walking Dead, falleció a los 33 años tras una valiente lucha contra un glioma difuso, dejando un legado en cine y televisión.