Ecuador registró en noviembre de 2025 una inflación anual de 1,05%, según el INEC, una cifra inferior a la de octubre, que se interpreta como señal de debilidad en la demanda interna y posible estancamiento económico, en un contexto donde la evolución de precios muestra contrastes entre sectores.
Inflación a la baja y señales de fragilidad económica
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos, la inflación de noviembre reflejó una reducción de 0,19 puntos porcentuales respecto a octubre, cuando se ubicó en 1,24%. Aunque una baja en los precios suele asociarse a estabilidad, en esta ocasión se vincula a un consumo debilitado y menor dinamismo en áreas esenciales de la economía.
El descenso se evidenció con fuerza en sectores como prendas de vestir y calzado, que mostraron una caída anual del 5%, mientras que el segmento de comunicaciones presentó una variación negativa de 1,15%. En tanto, recreación y cultura registró una ligera reducción de 0,01%.
Estos comportamientos, según reportes técnicos, confirman un entorno donde las ventas y la actividad comercial muestran señales moderadas, afectando el desempeño agregado del mercado.
La inflación mensual fue de -0,44%, mientras que la inflación acumulada se ubicó en 2,06%, cifras que se mantienen por debajo de los niveles previstos a inicios del año.
Sectores con incrementos y presión de costos
No todos los rubros evidenciaron disminuciones. Algunos sectores clave continuaron al alza, lo que impacta directamente en el presupuesto de los hogares. Los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas tuvieron una variación anual de 1,80%, mientras que el transporte registró un incremento de 1,38%.
Por su parte, los bienes y servicios diversos aumentaron 1,91%, lo que indica que, pese al descenso general de precios, existen segmentos donde los costos siguen elevándose debido a presiones externas, variaciones en insumos o ajustes en tarifas relacionadas.
El INEC recordó que la inflación mide la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), compuesto por una canasta de bienes y servicios representativa del consumo nacional.
Proyecciones para 2026 y efectos previstos
Las perspectivas para 2026 difieren del comportamiento actual. El informe Perspectivas Económicas Mundiales del FMI, presentado el 13 de octubre de 2025, revisó al alza las previsiones de inflación para Ecuador.
Mientras la inflación anual llegó a 0,72% en septiembre de 2025, el organismo multilateral proyecta que el indicador será de 1,1% en 2025 y aumentará a 2,8% en 2026, un ajuste significativo frente al informe previo de abril.
Aunque el FMI no detalla los motivos de esta revisión, el Banco Central del Ecuador (BCE) indicó que el incremento estará influido por la eliminación del subsidio al diésel, una medida que ha generado protestas y que, según la institución, elevará los costos de producción y transporte, trasladándose a precios finales.
Reportes ciudadanos y monitoreos de medios locales muestran incrementos ya visibles en algunos productos básicos. El BCE estima que la inflación podría alcanzar 3,2% en 2026, lo que marcaría un cambio relevante respecto al comportamiento moderado observado en 2025.
Contexto económico general
Los analistas señalan que una inflación baja puede ser positiva siempre que esté acompañada de crecimiento y empleo. Sin embargo, en escenarios donde la caída se debe a la falta de consumo, la economía puede enfrentar un período de menor dinamismo, afectando inversión y capacidad de recuperación.
Con la revisión al alza para 2026, el país se alista para un entorno de precios más altos, impulsado por cambios estructurales como la política de subsidios y las condiciones globales.
La evolución de estos indicadores será clave para evaluar la solidez económica y el impacto sobre los hogares ecuatorianos durante los próximos meses.