Una tormenta solar geomagnética clasificada como severa (G4) por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos golpeó la Tierra este martes. Esta situación ha generado riesgos de fallas en redes eléctricas y anomalías en satélites. La alerta, emitida por el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, responde a una eyección de masa coronal (CME) solar.
Esta onda presenta efectos que se extenderán hasta el viernes 14 de noviembre en regiones de alta latitud, incluyendo Norteamérica y Europa. La tormenta alcanzó niveles G4 este 12 de noviembre, según el informe oficial de la NOAA. Autoridades internacionales, como la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Administración Espacial China, monitorean en tiempo real los impactos potenciales en infraestructuras críticas.
Tormenta solar afecta el campo magnético terrestre
El evento, uno de los más intensos de 2025, podría causar interrupciones en sistemas de comunicación satelital, GPS y transformadores eléctricos. Expertos de la NOAA explican que las tormentas solares geomagnéticas ocurren cuando partículas cargadas del Sol interactúan con el campo magnético terrestre. Esto genera corrientes de extremo calor que afectan tecnologías dependientes de la electricidad.
“Las condiciones de tormenta solar G4 implican un riesgo moderado a alto para operaciones satelitales y redes de potencia”, indicó el centro en su boletín. Históricamente, eventos similares, como la tormenta de Carrington en 1859, provocaron apagones telegráficos. Sin embargo, en la era moderna, una G4 en mayo de 2024 interrumpió temporalmente señales de radio en EE.UU.
Posibles errores en sistemas de navegación aérea
El monitoreo global se centra en mitigar daños. En Estados Unidos, la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC) recomendó a operadores de redes eléctricas activar protocolos de protección, como desconexiones selectivas. Satélites de comunicaciones, como los de Starlink, reportan variaciones menores en órbitas bajas, pero sin pérdidas operativas confirmadas.
En Europa, el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA advierte sobre posibles errores en sistemas de navegación aérea. Un efecto colateral positivo es la visibilidad ampliada de auroras boreales. La tormenta ha iluminado los cielos en estados sureños como Iowa y Florida, atrayendo a observadores desde latitudes medias. Imágenes de redes sociales muestran danzas verdes y púrpuras sobre el Medio Oeste estadounidense.
No se esperan impactos en la aviación comercial
El contexto de este evento se enmarca en el máximo solar del ciclo 25, que peaked en 2024 y genera mayor actividad eruptiva. La NOAA clasifica las tormentas en una escala de G1 (menor) a G5 (extrema); una G4, como esta, ocurre aproximadamente una vez por década durante picos solares. Investigadores del Laboratorio de Física Solar de la NASA destacan que estos eventos recurrentes subrayan la necesidad de resiliencia en infraestructuras digitales.
Autoridades recomiendan a usuarios de GPS y radioaficionados verificar actualizaciones en spaceweather.gov. No se esperan impactos en la aviación comercial, pero vuelos polares podrían experimentar retrasos.Esta tormenta solar resalta la interconexión entre el espacio y la Tierra, impulsando avances en pronósticos climáticos espaciales para minimizar disrupciones globales.