Durante la temporada navideña, el consumo excesivo de alimentos y bebidas aumenta significativamente, lo que puede generar problemas digestivos, aumento de peso y complicaciones para personas con enfermedades crónicas, según expertos en nutrición y salud pública. Los profesionales aconsejan planificar las comidas, controlar las porciones y priorizar alimentos balanceados, especialmente en celebraciones familiares y reuniones sociales.
Cuidado con los excesos en comida esta Navidad
Las festividades de fin de año suelen caracterizarse por abundantes cenas, postres y bebidas alcohólicas. Este patrón de consumo puede derivar en trastornos digestivos, incremento temporal de presión arterial, aumento de colesterol y problemas de azúcar en la sangre, particularmente en personas con diabetes, hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
Los nutricionistas recomiendan prestar atención a la cantidad de alimentos ingeridos y mantener cierta regularidad en horarios de comidas, aunque las celebraciones puedan extenderse hasta altas horas de la noche.
Moderación y planificación: estrategias clave
El primer consejo de los especialistas es planificar las comidas con anticipación. Por ejemplo, consumir porciones controladas de platos principales y equilibrar con verduras o frutas antes de iniciar con postres o bebidas azucaradas.
Evitar saltarse el desayuno o el almuerzo previo a la cena navideña puede prevenir atracones, ya que el cuerpo no estará excesivamente hambriento al momento de la comida principal. Además, se sugiere beber suficiente agua y limitar el consumo de alcohol, que aporta calorías vacías y puede afectar la digestión.
Otra recomendación es incluir actividades físicas durante las festividades. Una caminata después de la comida ayuda a mejorar la digestión y a reducir el impacto de la ingesta calórica adicional.
Riesgos asociados a los excesos navideños
El consumo excesivo de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal durante la Navidad puede provocar:
- Aumento de peso corporal en poco tiempo.
- Problemas digestivos como indigestión o reflujo.
- Alteraciones en niveles de glucosa y colesterol, especialmente en personas con condiciones preexistentes.
Para minimizar estos riesgos, los profesionales de la salud aconsejan optar por versiones más saludables de platos tradicionales, reducir frituras y priorizar cocciones al horno, al vapor o a la parrilla.
Conciencia y educación alimentaria
Además de la moderación, los expertos destacan la importancia de educar a la familia y a los niños sobre hábitos saludables. Esto incluye enseñar a reconocer señales de saciedad y evitar comer por impulso o por estrés asociado a la temporada.
El control de las porciones y la elección de alimentos balanceados no solo protege la salud física, sino que también mejora la sensación de bienestar durante las celebraciones.
Consejos prácticos para una navidad saludable
- Servir porciones pequeñas y repetir solo si es necesario.
- Combinar alimentos: incluir vegetales, proteínas magras y carbohidratos integrales.
- Limitar bebidas alcohólicas y azucaradas.
- Mantener actividad física diaria, aunque sea ligera.
- Evitar saltarse comidas para no generar hambre excesiva.
La planificación y la moderación son claves para disfrutar de las festividades sin poner en riesgo la salud. Adoptar estos hábitos durante Navidad puede prevenir molestias físicas y contribuir a mantener un estilo de vida equilibrado a lo largo del año.