Durante los últimos días, las temperaturas han comenzado a caer en varios sectores de Ecuador, por lo que es normal preguntarse si los perros también sienten frío y, sobre todo, a partir de qué punto empiezan a notarlo.
Pues bien, la respuesta no es universal. Esta depende de factores como la raza, el tamaño, la cantidad de pelo o la edad del animal. Y es que mientras algunas razas grandes y de manto denso toleran bien el descenso de grados, otras más pequeñas, de pelo corto, cachorros o perros mayores empiezan a acusar el frío mucho antes.
Factores que afectan la tolerancia al frío de tu perro
No todos los perros sienten igual las bajas temperaturas. Los expertos de la Clínica Veterinaria Zarpa explican en su página web que la capacidad de mantener la temperatura corporal depende de varios factores físicos: los perros grandes conservan mejor el calor que los pequeños, las razas de pelo largo o doble manto están más preparadas para el frío y los animales muy jóvenes o mayores son más vulnerables.
Además, la exposición prolongada a temperaturas bajas puede agravar problemas respiratorios o articulares, reducir el estado de alerta y, en casos extremos, derivar en una hipotermia.
Reconocer cuándo un perro empieza a sentir frío es clave para evitar complicaciones. Entre las señales más frecuentes se encuentran los temblores, la rigidez muscular, la búsqueda de refugio, la postura encorvada o la negativa a continuar paseando. Algunos perros también levantan las patas del suelo para evitar el contacto con superficies heladas, o muestran inquietud y pequeñas vocalizaciones.
Un aviso importante por parte de los veterinarios: si, tras pasar un tiempo al aire libre, el perro presenta apatía, confusión o respiración lenta, conviene consultar con un profesional.
¿A partir de cuántos grados sienten frío?
Según los rangos orientativos publicados por Purina, muchos perros comienzan a sentir incomodidad cuando la temperatura baja de los 7-10 °C, especialmente si son pequeños, tienen poco pelo o ya son mayores.
A partir de los 0 °C, las razas sensibles pueden experimentar frío intenso, y por debajo de los -6 °C el riesgo aumenta incluso para perros medianos o grandes si permanecen expuestos durante demasiado tiempo.
Estos valores no son reglas fijas, pero sí una referencia útil. Un husky puede tolerar bien las temperaturas negativas, mientras que un perro pequeño o de pelo corto puede necesitar abrigo incluso con unos 8 °C. La sensación térmica también cambia si hay viento, lluvia, humedad o nieve.
Así puedes proteger a tu perro en verano
Además de controlar el tiempo de exposición, los expertos recomiendan medidas sencillas para ayudar al perro a mantener el calor. En animales sensibles, un abrigo impermeable puede marcar la diferencia. También es importante secarlos bien, evitar paseos largos en las horas más frías y proporcionarles una cama elevada o aislante si duermen cerca del suelo.
Los perros con patologías articulares requieren especial atención, ya que el frío puede agravar la rigidez y el dolor. En estos casos, un refugio cálido en casa y paseos más cortos, pero más frecuentes suelen ser una combinación más adecuada.
Con información de Europa Press