Santo Domingo aprobó una nueva tasa de recolección de basura tras un extenso debate, que definirá cambios de financiamiento desde 2026, con subsidio aún parcial.
El Concejo Municipal de Santo Domingo aprobó el jueves 20 de noviembre una nueva tasa de recolección de basura, en segundo y definitivo debate, durante una sesión de más de dos horas, con el objetivo de actualizar los valores del servicio desde 2026 y reducir la carga financiera municipal, que aun así mantendrá un subsidio de USD 9 millones anuales.
Debate dividido en el Concejo
La ordenanza recibió posturas contrarias. Pedro Alcívar, Diana Coloma, Clara Hinojosa, Diana Saltos y Liliana Silva votaron en contra, argumentando que el ajuste representa un aumento significativo para los usuarios. Alcívar aseguró que “es un aumento significativo respecto de este servicio tan importante, es un servicio que hay que cobrar que no puede ser gratuito, pero tiene que ser gradual”.

Diana Coloma lamentó que el incremento no asegure mejoras inmediatas. Afirmó que “lastimosamente hoy se va a subir la tasa de recolección de basura y el servicio va a continuar igual”. Sostuvo que la ciudadanía merece explicaciones más claras sobre los beneficios concretos de la actualización tarifaria.
Liliana Silva expuso dudas sobre la equidad de la medida. Señaló que “en la práctica los que más tienen son los que menos van a pagar”. Citó los casos de sectores como Tennis Club y Macadamias, donde viviendas de más de USD 200.000 cancelarán USD 2 mensuales, al estar clasificadas como zonas rural-residenciales dentro del nuevo esquema.
Argumentos a favor del aumento
En contraste, Ana Caicedo, Julio Calero, Jhonny Espinosa, Wilson Macías, Alberto Pantoja y Mario Pazmiño votaron a favor. Explicaron que el ajuste busca reducir la carga del Municipio, que desembolsaba USD 18 millones al año para el servicio, una cifra considerada insostenible. Con la nueva ordenanza, el subsidio municipal se reducirá a USD 9 millones anuales, aunque el Municipio continuará financiando parte relevante del costo operativo para evitar que el impacto sea total en los contribuyentes.
Caicedo destacó que la medida permitirá mejorar la estabilidad financiera local. Indicó que “como quisiera que el Municipio tuviera ese dinero para seguir subsidiando”, pero insistió en que la contribución ciudadana facilita liberar recursos para obra pública. Con la aprobación, el presupuesto municipal pasará de USD 28 millones a USD 37 millones, dato que los concejales oficialistas consideran una buena noticia para los barrios.
Mario Pazmiño también informó que la actualización tarifaria no será automática, sino que deberá ser revisada por el Concejo cada dos años. Añadió que no habrá recargos adicionales por la gestión de cobro, que podría ejecutarse a través de Epmapa u otra institución pública, decisión que deberá definirse antes de la aplicación.
Nuevas categorías tarifarias
La ordenanza incorpora ajustes en la clasificación de predios. Uno de los cambios destacados es el aumento para la categoría residencial popular, que tendrá una tarifa mensual de USD 0,90 para viviendas con avalúo desde USD 26.800. Este sistema pretende establecer contribuciones diferenciadas según la capacidad económica medida a través del valor del inmueble.
Además, se reorganizaron las categorías rurales y urbanas, buscando una estructura más proporcional. Los concejales que apoyaron la norma sostienen que esta segmentación permitirá una distribución más justa de la carga financiera entre los usuarios del servicio de recolección de residuos sólidos.
Entrada en vigencia y aspectos pendientes
Aunque la ordenanza quedó aprobada, falta por definir el mecanismo de recaudación. La nueva tarifa regirá a partir de 2026. El Concejo deberá determinar si la cobranza se incorporará en la planilla de agua potable u otro instrumento de pago.
Los ediles solicitaron que antes de la implementación se realicen campañas informativas para que los contribuyentes conozcan correctamente los nuevos rangos tarifarios.