Las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales en Indonesia y Tailandia han causado al menos 319 muertes y decenas de desaparecidos. Se reportan también ciudades sumergidas, habitantes aislados en techos y deslizamientos de tierra que agravan la crisis en el sudeste asiático. El balance oficial refleja un triplicamiento de víctimas en Tailandia en un solo día, mientras en la isla indonesia de Sumatra se reportan 174 fallecidos.
Las autoridades han anunciado que se desconoce el paradero de 80 personas, únicamente en Tailandia. Según autoridades locales y la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), la provincia de Songkhla, en Tailandia, es la zona más afectada. Solo allí se han reportado 145 muertos confirmados hasta este viernes 28 de noviembre, un salto desde los 55 reportados la víspera.
Graves inundaciones dejan estela de desgracia
En el distrito de Hat Yai, miles de residentes quedaron varados en los techos de sus viviendas cuando las aguas subieron rápidamente. Aquello obligó a equipos de rescate a evacuarlos en embarcaciones y helicópteros. El Gobierno tailandés declaró “zona de desastre” a Songkhla para agilizar la ayuda, con más de un millón de hogares impactados y 3,5 millones de personas afectadas en 10 provincias. Hospitales como el de Hat Yai enfrentaron cortes de electricidad y evacuaciones de pacientes en UCI.
Las morgues, por otra parte, se saturan con camiones refrigerados para almacenar cuerpos. En Indonesia, las inundaciones y corrimientos de tierra en Sumatra han devastado tres provincias: Sumatra del Norte, Aceh y Sumatra Occidental. La BNPB elevó a 174 el número de muertos y a 92 los desaparecidos, con 13 mil familias evacuadas.
El fenómeno afecta también a Malasia y Sri Lanka
En la provincia de Aceh, el retiro de las aguas dejó un lodo espeso que sepultó vehículos y viviendas, complicando las labores de búsqueda. Un ciclón tropical agravó las condiciones, causando al menos 38 muertes adicionales en Java central a mediados de mes. El fenómeno afecta también a Malasia y Sri Lanka, donde se reportan 56 muertos y 21 desaparecidos por un ciclón similar, sumando más de 400 víctimas en la región.
La temporada de monzones, que en el sudeste asiático se extiende de noviembre a abril, ha sido excepcionalmente intensa este 2025. Se han registrado precipitaciones que superan récords históricos y provocan inundaciones flash. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el cambio climático intensifica estos eventos, aumentando la frecuencia de tormentas extremas en Asia.
Autoridades de ambos países enfrentan críticas por respuestas lentas: en Tailandia, dos funcionarios locales fueron suspendidos por fallos en alertas tempranas. Por su parte; en Indonesia, persisten dificultades para acceder a zonas remotas. Equipos internacionales, incluyendo de Malasia, han rescatado a 1.459 ciudadanos atrapados en hoteles tailandeses