El Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua condenó a Rubén Darío A. R. a 10 años de prisión por el asesinato de un hombre el 2 de febrero de 2025 en el centro de Ambato, tras una riña desencadenada por el consumo de licor en la vía pública.
El 2 de febrero de 2025, a las 14:40, en el centro de Ambato, específicamente en las calles Imbabura y León Cevallos, se reportó el hallazgo de un hombre sin vida tendido en la acera. La víctima de asesinato, presentaba una herida punzocortante en el tórax que le causó una laceración pulmonar, según determinó la autopsia médico-legal.
El responsable, Rubén Darío A. R., fue identificado como la persona que acompañaba a la víctima durante una jornada de consumo de bebidas alcohólicas que terminó en tragedia. Según la investigación de la Fiscalía General del Estado, ambos hombres comenzaron a beber desde temprano en la vía pública.
Luego de comprar licor
Tras adquirir más licor en una tienda cercana, se trasladaron a unas canchas deportivas en el sector, donde continuaron libando. La situación escaló cuando, en medio de una discusión, presuntamente motivada por la falta de licor y la presencia de un tercer individuo conocido como alias “Pinocho”, Rubén Darío A. R., atacó a la víctima con un arma blanca, cometiendo el asesinato.
Durante la audiencia de juicio en el Complejo Judicial de Ambato, la fiscal a cargo presentó pruebas que desmontaron la versión del acusado. Este intentó atribuir el asesinato a “Pinocho”. Entre los elementos probatorios destacaron: máculas de sangre en la ropa de Rubén Darío A. R., cuyo perfil genético coincidía con el de la víctima. Además, un análisis forense que identificó el mismo perfil en el zapato derecho del procesado.
El testimonio del dueño de la tienda donde ambos compraron licor momentos antes del crimen; y los relatos de vecinos y familiares que confirmaron que el sentenciado fue el único acompañante de la víctima en el momento del asesinato.
Contradicciones en asesinato
La Fiscalía señaló múltiples contradicciones en las declaraciones iniciales de Rubén Darío A. R., lo que debilitó su coartada. Los testimonios de testigos presenciales, junto con el informe de la autopsia médico-legal, fueron determinantes para que el Tribunal de Garantías Penales lo declarara culpable. Esto en calidad de autor directo del delito de asesinato que establece penas de 10 a 13 años de privación de libertad.
El Tribunal impuso una condena de 10 años de prisión, una multa de 40 salarios básicos unificados (equivalente a USD 19,200 en 2025) y el pago de USD 20,000 como reparación integral a los familiares de la víctima, en cumplimiento de las disposiciones legales para resarcir el daño causado.