Ecuador reporta un incremento de infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) durante la temporada invernal, con 1.757 casos registrados hasta la semana epidemiológica 40 (28 de septiembre al 4 de octubre), según el Ministerio de Salud Pública (MSP). Esta cifra supera los 1.464 casos del mismo período en 2024. Pichincha, particularmente Quito, concentra 627 casos, liderando las estadísticas nacionales.
De acuerdo con diario El Comercio, los hospitales Vozandes, Baca Ortiz y Carlos Andrade Marín enfrentan alta demanda, especialmente en salas pediátricas y unidades de cuidados intensivos, debido a la circulación de virus como el sincitial respiratorio (VSR), influenza A/H1N1, H3N2 y SARS-CoV-2. El aumento coincide con el inicio de un ciclo frío y seco, que reseca las vías respiratorias y facilita la transmisión viral.
Clima y relajación impulsan contagios
La doctora Andrea Ramírez explicó que los cambios bruscos de temperatura y la baja humedad debilitan las mucosas, aumentando la vulnerabilidad a infecciones respiratorias. “Es un fenómeno cíclico, pero la relajación en medidas preventivas, como el uso de mascarillas, agrava el panorama, en especial a los niños”, afirmó.
En Quito, el VSR representa más del 30% de los diagnósticos de IRAG, seguido por influenza A/H1N1 (15,8%), SARS-CoV-2 (13,3%), H3N2 (9,3%) y metapneumovirus (4,3%). El Hospital Vozandes reportó 282 casos y el Baca Ortiz, 237. En provincias como Chimborazo y Orellana, el VSR domina el 100% de los casos monitoreados, según diario El Comercio.
Mortalidad baja, pero lactantes y adultos mayores son vulnerables
Aunque la tasa de letalidad por IRAG disminuyó del 22,6% en 2021 al 3,07% en 2025, con 54 fallecimientos registrados, los grupos más afectados son lactantes y adultos mayores. La pediatra María Medranda indicó que en estas últimas semanas hay un aumento en la demanda pediátrica, impulsado por el sincitial respiratorio (VSR), que predomina en invierno.
Los síntomas de alerta en niños incluyen fiebre persistente, rechazo a la lactancia, irritabilidad extrema, dificultad respiratoria, coloración azulada en labios o uñas y sonidos torácicos anormales. Comorbilidades como desnutrición, asma o cardiopatías, junto con esquemas de vacunación incompletos, elevan el riesgo de complicaciones, agrega la pediatra.
«Es muy importante tomar medidas y reforzar el sistema inmune para evitar complicaciones con las enfermedades respiratorias», explicó la especialista.
Variante “Frankenstein” y factores de riesgo
La variante XFG de SARS-CoV-2, conocida como “Frankenstein”, predomina en Ecuador en 2025. Según el investigador Paúl Cárdenas, esta variante recombinante, surgida de la mezcla de dos linajes, no es más letal, pero sí más contagiosa, lo que explica brotes localizados. Las vacunas actuales siguen siendo efectivas contra casos graves.
Factores como el clima seco, el retorno a clases presenciales y la menor percepción de riesgo contribuyen al repunte. La baja cobertura de vacunación, que alcanzó solo el 60%-70% contra covid en 2024 frente al 95% ideal, y el relajamiento en medidas preventivas agravan la situación.
Vacunación: un desafío pendiente
El MSP prioriza la vacunación contra influenza y covid para menores de 5 años, mayores de 65, embarazadas, personal sanitario y personas con comorbilidades, ofreciendo dosis actualizadas de Moderna y una campaña contra influenza que inicia en noviembre.
La cobertura de influenza superó el 80% en 2024, pero la de covid no alcanzó el objetivo. Melina Vélez y Carmen García mantienen la tradición de vacunarse anualmente contra la influenza. Sin embargo, la desinformación y los movimientos antivacunas afectan la adherencia. “Hay padres que evitan vacunar a sus hijos por temor a verlos sufrir, pero no ven el riesgo de una hospitalización”, señaló Vélez.
Recomendaciones para mitigar el impacto
El MSP recomienda cumplir con el esquema de vacunación anual, lavar las manos frecuentemente, ventilar espacios cerrados y evitar automedicarse. Para los padres, es crucial acudir al médico ante fiebre persistente, respiración agitada o rechazo al alimento en niños. Los adultos mayores deben evitar aglomeraciones y mantener controles médicos.