El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, apeló a la unidad de las diversas autoridades para combatir el crimen organizado, en su primera declaración pública sobre la operación policial en dos áreas de favelas en la zona norte de Río de Janeiro, que dejó más de 120 muertos.
“No podemos aceptar que el crimen organizado continúe destruyendo familias, oprimiendo a los vecinos y esparciendo droga y violencia por las ciudades”, escribió en X, después de reunirse con su gabinete en el Palacio de la Alvorada para abordar lo ocurrido el martes en los barrios de Penha y Alemao.
Lula pide trabajar coordinadamente contra el crimen organizado
Lula anunció que indicó al ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, y al secretario general de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, que se desplacen hasta Río de Janeiro y se reúnan con el gobernador del estado, Cláudio Castro, hacia quien el discurso del Gobierno se ha moderado en las últimas horas.
En esa línea, Lula da Silva puso de relieve la necesidad de “trabajar de manera coordinada” para “atacar la espina dorsal” del crimen sin poner en riesgo a policías y civiles. Además, recordó que el Gobierno ya presentó una reforma de la ley de seguridad que busca la “actuación conjunta” de todas las fuerzas policiales.
La reforma de seguridad que mencionó Lula ya está en el Congreso desde abril, aunque en un punto intermedio de su tramitación debido a la falta de consenso entre las fuerzas parlamentarias. La norma, por ejemplo, propone integrar las diferentes fuerzas policiales bajo el mando del Gobierno Federal.
Presidente de Brasil sanciona nueva ley
Lula da Silva sancionó en las últimas horas una nueva ley para reforzar las capacidades de las autoridades para luchar contra el crimen organizado, que ya fue aprobada por el Congreso a principios de octubre y que parte de una iniciativa del senador Sergio Moro, artífice de su condena por el caso Lava Jato.
La norma incluye un endurecimiento de 4 a 12 años de cárcel, más una multa, de las penas a quienes intente bloquear las investigaciones policiales sobre grupos criminales, pero también hacia quienes atenten contra todas las partes incluidas en las pesquisas, ya sean policías, abogados, jueces, o testigos.
En la práctica, la nueva ley podría aplicarse sobre los detenidos este martes en la operación en Alemao, donde los agentes fueron recibidos por un intenso tiroteo, pero también con el lanzamiento de artefactos explosivos a través de drones.
Asimismo, incluye que los acusados y detenidos por este tipo de crímenes han de ser recluidos en cárceles federales de máxima seguridad.
Los muertos superan el centenar
De acuerdo con el último balance del Gobierno de Río de Janeiro, 121 personas, entre ellas cuatro policías, murieron durante el operativo contra Comando Vermelho, considerado ya el más mortífero de la historia del estado.
Estas cifras son ligeramente inferiores a las que aparecieron en las últimas horas, después de que vecinos de ambos barrios comenzaran a apilar en las calles decenas de cadáveres que se habían estado encontrando por los alrededores tras una primera estimación oficial que cifró en al menos 60 los muertos. La Defensoría Pública de Río de Janeiro confirmó ayer la muerte de al menos 132 personas.
 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
															 
             
															 
															 
								 
								 
								 
															 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
															 
								 
								 
								 
								 
								