En la comunidad ecuatoriana de Charlotte, previo al referéndum y a la consulta popular de Ecuador el ambiente se sintió más espeso que el café de la mañana. A unas horas de abrir los recintos electorales, varios residentes señalaron que el ánimo para acudir a votar se había desplomado.
María, ecuatoriana residente en Charlotte, lo describe con una mezcla de preocupación y cansancio. “Terrible. Me han mandado videos de lo que ha pasado en la calle principal South Bulevar. Han cerrado negocios”, contó. Sus mensajes corrieron por grupos de WhatsApp como alarma temprana de que algo estaba fuera de lo normal.
La razón es simple y contundente: la presencia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y las recientes redadas migratorias en esa ciudad.
Protestas contra ICE marcan el fin de semana
La jornada, que en teoría debía ser tranquila, se convirtió en un escenario de protestas que se encendieron en distintos sectores de Charlotte y que tuvieron como epicentro Marshall Park, donde acudieron cientos de personas. Lo que empezó como una operación de ICE terminó mutando en una movilización cargada de colores, consignas y creatividad.
Hubo música, pancartas irónicas, cánticos en español y hasta figuras del presidente de ese país, Donald Trump, convertidas en piñatas improvisadas. La comunidad latina respondió sin miedo, con presencia, convirtiendo la tensión en un acto de resistencia callejera. Mientras tanto, agentes federales seguían con sus detenciones en zonas aledañas.
Pero si bien el ambiente parecía festivo a simple vista, en los barrios la sensación era otra: negocios cerrados, calles vacías y familias evitando salir. Para muchos migrantes, especialmente quienes no tienen un estatus migratorio regular, el riesgo de encontrarse con agentes federales pesa más que cualquier obligación cívica.
Un golpe a la participación de los ecuatorianos
La comunidad ecuatoriana en Charlotte no es ajena a estos temores. Muchos anticiparon una caída drástica en la participación electoral. “El problema que veo es que puede afectar las elecciones aquí en Charlotte y puede haber mucho ausentismo. Eso me preocupa”, expresó María, con la claridad de quien vive el miedo en carne propia.
La votación de este domingo en Estados Unidos es clave para miles de ecuatorianos habilitados para decidir el rumbo del país. Sin embargo, la incertidumbre migratoria terminaría pesando más que la voluntad de expresarse en las urnas. Para varios líderes comunitarios, este escenario amenaza con dejar sin voz a un sector que históricamente ya ha tenido dificultades para participar plenamente.
Si bien aún no se conocen los resultados de la presencia de electores en suelo estadounidense, se espera una baja considerable de votantes.
Entre el deber y el temor
Las protestas, el despliegue de ICE y la sensación de vigilancia constante han puesto a muchos ecuatorianos en una encrucijada incómoda. Por un lado está la necesidad de votar. Por el otro, la necesidad de evitar riesgos.
Mientras el consulado ecuatoriano intenta asegurar una jornada ordenada y sin incidentes, la realidad sobre el terreno es más compleja. La comunidad latina de Charlotte, que sabe resistir incluso en los momentos más tensos, enfrenta ahora un dilema que podría sentirse en las cifras de participación. (37).