Los créditos rápidos, los préstamos informales y los pagos mínimos provocan un aumento del endeudamiento en jóvenes ecuatorianos, especialmente en parejas recién casadas, durante 2024 en varias ciudades del país, debido a la búsqueda de liquidez inmediata para cubrir gastos básicos y la falta de conocimiento financiero.
Crecimiento del endeudamiento por productos financieros exprés
El uso de créditos rápidos se ha expandido entre consumidores jóvenes que inician una vida familiar. De acuerdo con el economista Ricardo Menéndez, estos productos atraen a personas con ingresos inestables o sin historial crediticio. La promesa de obtener dinero sin trámites complejos motiva a quienes necesitan cubrir gastos urgentes como mudanza, electrodomésticos o mobiliario.
Los préstamos informales complementan esa tendencia. En zonas urbanas y rurales, prestamistas operan sin contratos claros, entregando efectivo inmediato con cuotas diarias o semanales. En ausencia de regulación formal, las tasas de interés suelen ser elevadas y los plazos rígidos. Ante retrasos, los deudores enfrentan penalidades que incrementan el costo total del préstamo.
El impacto de los pagos mínimos eternos
Los pagos mínimos son una modalidad recurrente en tarjetas de crédito y plataformas de consumo. Aunque suelen presentarse como una herramienta de alivio financiero, su efecto prolonga la deuda. Al abonar solo el monto mínimo, el capital pendiente apenas disminuye y los intereses continúan acumulándose. Menéndez señala que este mecanismo puede multiplicar el valor final pagado hasta por tres veces.
La acumulación de pagos mínimos genera lo que se denomina “deuda eterna”. Cada mes, la persona mantiene un saldo pendiente similar al inicial, mientras los intereses se suman de forma constante. En parejas jóvenes, el efecto se amplifica cuando ambos miembros recurren simultáneamente a financiamientos de corto plazo para cubrir gastos domésticos, agrega el especialista.
Riesgos de financiamiento informal y falta de garantías
El crédito informal, a diferencia del bancario o cooperativo, carece de mecanismos de transparencia. Los prestamistas puerta a puerta operan sin contratos verificables y no ofrecen alternativas de renegociación. En casos de incumplimiento, los deudores pueden enfrentar presiones extrajudiciales. Al no existir actas de préstamo ni registros, cualquier reclamo se vuelve difícil de atender.
Las instituciones formales aplican tasas reguladas y cláusulas explícitas. Aun así, muchas personas optan por la ruta informal debido a la rapidez y ausencia de requisitos. Por ello, el economista recomienda evitar este tipo de acuerdos y priorizar entidades reguladas, comparando plazos de pago, costos administrativos e intereses efectivos.
Causas económicas y decisiones impulsivas
Las parejas jóvenes suelen enfrentar gastos iniciales significativos: alquiler, muebles, servicios básicos y transporte. La combinación de ingresos limitados y necesidades inmediatas facilita decisiones impulsivas. Las promociones asociadas a tecnología o artículos para el hogar fomentan compras a crédito sin evaluar la capacidad real de pago.
La educación financiera insuficiente agrava el problema. Sin herramientas que permitan entender conceptos como tasa efectiva anual, costo total del crédito o deuda revolving, los consumidores suelen enfocarse en cuotas pequeñas sin calcular su impacto acumulativo. Los expertos recomiendan destinar un porcentaje del ingreso mensual al ahorro y evitar créditos por encima del 40 % del presupuesto familiar.
Recomendaciones para evitar ciclos de deuda
Organismos de defensa al consumidor y entidades financieras promueven estrategias para reducir el riesgo de endeudamiento. Entre ellas destacan la creación de un fondo de emergencia equivalente a varios meses de gastos básicos y la revisión periódica de estados de cuenta. El registro de gastos mediante aplicaciones o hojas de cálculo permite identificar compras innecesarias y controlar el uso de tarjetas.
El uso transparente del dinero dentro de la pareja es igualmente relevante. Los especialistas recomiendan mantener comunicación constante sobre deudas activas, ingresos y gastos recurrentes. La planificación conjunta reduce la necesidad de créditos rápidos y facilita acuerdos para priorizar pagos de capital por encima de intereses.