Un niño de 11 años, encontrado “vagando solo” por la policía en Youngstown, Ohio, en 2023, relató que su madre lo mantenía atado en el sótano, lo que llevó a una investigación que concluyó este martes con la condena de Stacie Gilmore a tres años de libertad condicional, tras ser declarada culpable de varios delitos.
El hallazgo de un niño de 11 años caminando solo por una calle de Youngstown, Ohio, en 2023, desencadenó una investigación que finalizó esta semana con una sentencia judicial. El menor, según informó la policía en ese momento, fue encontrado “vagando solo”, situación que motivó a los agentes a interrogarlo para conocer su procedencia y condiciones de seguridad. Fue entonces cuando el chico declaró que su madre lo mantenía atado en el sótano de su vivienda, un testimonio que dio origen a un caso que conmovió a la comunidad local.
La mujer acusada, Stacie Gilmore, de 51 años, fue sentenciada a tres años de libertad condicional, tras un juicio con jurado de tres días en el condado de Mahoning. La sentencia se conoció luego de que en octubre fuera declarada culpable de restricción ilegal, poner en peligro a un niño y violencia doméstica. Aunque inicialmente también enfrentaba un cargo por secuestro, fue absuelta de ese delito, lo que evitó una pena de hasta diez años de prisión.
Testimonio del menor e inicio de la investigación
El caso salió a la luz cuando el niño explicó a los agentes que su madre utilizaba precintos, cables eléctricos y tuberías para sujetarlo en el sótano de la casa. De acuerdo con información del periódico The Vindicator, durante el juicio la fiscal adjunta del condado de Mahoning, Caitlyn Andrews, afirmó que, mientras el menor permanecía atado, la mujer “lo golpeaba con estos objetos y abusaba de él”.
Los primeros relatos del menor fueron determinantes para avanzar con la investigación. Él describió un patrón de encierro y agresiones que habría ocurrido en distintos momentos. Su declaración permitió abrir un proceso judicial que incluyó entrevistas, evaluaciones forenses y revisión de testimonios de vecinos y familiares.
Por varios meses, los investigadores recopilaron información para establecer si las condiciones descritas por el menor correspondían a una situación de riesgo permanente. Los reportes incluían señalamientos sobre restricciones de movilidad, ausencia de escolarización convencional y medidas impuestas por la madre que limitaban el acceso del niño a actividades cotidianas.
La defensa de la acusada y los argumentos presentados
Durante el juicio, Gilmore negó las acusaciones y afirmó ante el juez que ella “no era una criminal”. Su abogado defensor, Jim Lanzo, aseguró que el niño mintió porque su madre era muy estricta y “sobreprotectora”, impidiéndole asistir a una escuela regular o usar internet. Según esa versión, el menor habría inventado la historia para perjudicar a la acusada y lograr mayor libertad personal.
La mujer reconoció haber implementado una medida peculiar. Ató una sábana a su pierna y al cuerpo del niño mientras dormía. Esto con el objetivo —según declaró— de evitar que él saliera de la casa sin permiso durante la noche. Explicó que el menor había intentado abandonar la vivienda en varias ocasiones, por lo que adoptó esta acción como mecanismo de control. Sin embargo, negó haber usado precintos, cables o haberlo maltratado físicamente.
A pesar de sus declaraciones, el jurado concluyó que existían suficientes elementos para hallar culpable a Gilmore de los delitos imputados. Los testimonios y pruebas presentadas por la fiscalía resultaron determinantes para la decisión final.
La sentencia y las condiciones impuestas por el tribunal
Tras el veredicto, el tribunal determinó que la acusada deberá cumplir tres años de libertad condicional. Además, deberá completar un total de ocho meses de privación de libertad, de los cuales ya ha cumplido parte. Los 55 días restantes deberá cumplirlos en la cárcel del condado.
Durante el periodo de libertad condicional, Gilmore tendrá prohibido comunicarse con su hijo. El juez advirtió que cualquier intento de contacto podría llevar a revocar la medida y ordenar el cumplimiento de la condena en prisión.
Situación actual del menor y competencia de los servicios de protección
Tras el inicio de la investigación en 2023, el niño quedó bajo la custodia de la Junta de Servicios Infantiles del Condado de Mahoning. Esta entidad estuvo encargada de evaluar su situación y establecer las medidas necesarias para su protección. Será esta institución la que determine el futuro del menor, incluyendo su lugar de residencia y el tipo de acompañamiento psicológico que recibirá.
Las autoridades continúan supervisando el caso como parte de los protocolos de protección infantil en Ohio. La intervención se mantendrá mientras se considera que el menor requiere asistencia especializada y un entorno seguro.