Estados Unidos afina los preparativos para el Mundial de 2026 con un mensaje contundente: la seguridad será prioridad absoluta. La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump “no descarta nada”, incluida la ejecución de redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante los partidos del torneo, que tendrá lugar en junio y julio en Norteamérica.
El anuncio provino de Andrew Giuliani, director del grupo de trabajo de la Casa Blanca para la organización del evento. Giuliani explicó que el mandatario mantiene una postura firme respecto al control migratorio y que cualquier medida considerada útil para reforzar la seguridad interna “está sobre la mesa”. La advertencia generó inquietud entre organizaciones civiles.
Giuliani, hijo del exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, aseguró que será posible ver detenciones en estadios y zonas aledañas. Trump, dijo, quiere que el ingreso al país se haga únicamente por vías legales. Según el funcionario, ese enfoque permite identificar de forma clara quién entra y bajo qué condiciones.
Controles en Estados Unidos
El proceso de visado, agregó, no tendrá excepciones para visitantes con boletos de la FIFA. Aunque el sistema de citas priorizadas pueda acelerar la atención de ciertos viajeros, todos deberán cumplir los controles habituales para ingresar a territorio estadounidense. Los organizadores esperan una llegada masiva de aficionados.
Estados Unidos prevé recibir entre cinco y siete millones de visitantes internacionales durante el torneo. Ese flujo extraordinario mantendrá en alerta a las agencias federales, que ven al Mundial como un evento de alto impacto en términos de movilidad, concentración masiva y riesgos asociados. La seguridad será el eje central de la operación.
Giuliani señaló que Washington “celebra el entusiasmo global”, pero recalcó que cualquier disturbio que ponga en riesgo a los aficionados o a la comunidad será afrontado con rigor. Esta línea de acción también responde a las tensiones migratorias que han marcado el discurso del Gobierno de Estados Unidos durante los últimos años.
Coordinación entre FBI y Seguridad Nacional
Entre las medidas anunciadas figura la creación de un “centro internacional de coordinación policial”. Este espacio, operado por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, permitirá intercambio de información, monitoreo continuo y respuesta conjunta ante amenazas transnacionales. El objetivo es actuar con rapidez.
A ello se suman inversiones de gran escala. El Gobierno de Trump destinará 625 millones de dólares para respaldar a las fuerzas del orden, incluidos entrenamientos, ejercicios preventivos, protocolos de ciberseguridad y mecanismos de respuesta ante emergencias. Además, se ejecutará un presupuesto de 500 millones de dólares en sistemas antidrones para evitar interferencias aéreas ilegales en los estadios y sus alrededores.
La Casa Blanca asegura que todas estas acciones buscan garantizar un torneo seguro, ordenado y sin alteraciones. Sin embargo, la posibilidad de redadas migratorias en pleno evento deportivo ya genera debate internacional. El Mundial 2026, además de ser una fiesta deportiva global, se perfila como un escenario donde la política migratoria de Estados Unidos volverá a ocupar el centro de atención.