El Consejo Nacional de Trabajo y Salarios instaló su sesión este 9 de diciembre para analizar las propuestas que definirán el salario básico unificado 2026. Los empleadores plantean un incremento de USD 8 y justifican esa cifra con datos macroeconómicos respaldados por fuentes oficiales, mientras los trabajadores defienden un alza mayor para equilibrar la pérdida de capacidad adquisitiva. Además, la reunión abrió un espacio clave para revisar cifras que influyen en la decisión final.
Los representantes del sector empresarial señalaron que su postura responde a indicadores del Banco Central del Ecuador y del INEC. Según expuso María Paz Jervis, la fórmula establecida por ley “arroja un valor de $8”. Ese cálculo considera inflación, crecimiento económico y productividad. Con esos datos, el sector empleador insistió en un incremento que sostenga la competitividad sin presionar el mercado laboral.
Propuestas de los trabajadores y análisis social
Por su parte, el sector trabajador mantiene una postura distinta. Edwin Salazar Brito, primer vicepresidente de la CUT (Central Única de Trabajadores), explicó que su planteamiento también incorpora criterios técnicos y, además, evalúa “también el lado humano” para reducir la brecha entre el ingreso actual y el costo de la canasta básica. La propuesta de los trabajadores sitúa el ajuste entre USD 10 y USD 20, cifra que consideran más equilibrada para las familias que dependen del salario mínimo.
El Ministerio del Trabajo ajustó sus proyecciones iniciales tras esta primera sesión. Antes ubicaba el incremento entre USD 10 y USD 20, pero la revisión de datos modificó la estimación hacia un rango de USD 11 a USD 15. Esa actualización revela un giro relevante en el proceso y adelanta una posible negociación más cerrada durante las próximas semanas.
Impacto económico y próximos pasos del Consejo
Mientras continúa el análisis, el sector empleador subraya la necesidad de un incremento moderado que sostenga la formalidad. Argumentan que un ajuste elevado podría afectar la contratación y generar presiones en sectores sensibles de la economía. Por ello centran su defensa en cifras verificadas y comparaciones con años anteriores, con el objetivo de mantener estabilidad en el mercado.
En cambio, los trabajadores remarcan que la canasta básica supera ampliamente al salario vigente de USD 470. Con esa brecha, estiman que un alza menor profundiza la pérdida del poder adquisitivo y reduce la capacidad de cubrir necesidades esenciales. Durante la sesión, insistieron en que el incremento debe responder al costo real de vida y a las presiones inflacionarias acumuladas.
Salario básico unificado 2026: definición final llegará en las próximas sesiones
El proceso continuará con nuevas reuniones del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios. Las autoridades deberán consolidar los elementos técnicos y sociales expuestos antes de anunciar la resolución definitiva. El incremento que se apruebe entrará en vigencia desde el 1 de enero de 2026, y marcará un componente clave para la economía del próximo año.
Durante las siguientes sesiones, el Ministerio del Trabajo recopilará los argumentos de cada sector para construir una propuesta que equilibre estabilidad, empleo y capacidad de compra. La decisión final impactará a miles de trabajadores y empresas en todo el país.