El ecuatoriano Pablo Criollo falleció luego de ser atacado con una flecha disparada desde un arco, en un hecho ocurrido la noche del sábado 20 de diciembre en el estado de Nueva Jersey.
De acuerdo con testimonios recogidos por la cadena Telemundo, varios testigos observaron cómo un hombre apuntó directamente contra la víctima y accionó el arma, provocándole una herida de extrema gravedad.
Tras el ataque, equipos de emergencia acudieron al lugar y trasladaron al ecuatoriano a un hospital cercano. Sin embargo, los médicos confirmaron su fallecimiento debido a la severidad de la lesión, pese a los esfuerzos por salvarle la vida.
Operativo policial posterior
Luego del ataque, el presunto agresor huyó y se atrincheró en su vivienda, lo que obligó a la intervención de fuerzas especializadas. La Policía desplegó un equipo de élite SWAT ante el riesgo que representaba la situación para los residentes del sector.
Durante varias horas, el individuo permaneció dentro del inmueble y, según informaron las autoridades, provocó incendios al interior de la casa, lo que incrementó el nivel de alerta y complejidad del operativo.
Negociadores policiales trabajaron durante la madrugada del domingo con el objetivo de evitar nuevas víctimas y lograr una rendición pacífica.
Detención del sospechoso por muerte de ecuatoriano
Finalmente, la tarde del domingo, el hombre salió del inmueble y se entregó a las autoridades, portando varios cuchillos. Fue detenido sin que se reportaran más personas heridas durante el procedimiento.
El sospechoso quedó bajo custodia y deberá enfrentar cargos ante la justicia estadounidense, mientras continúan las investigaciones para esclarecer las circunstancias y motivaciones del ataque.
Investigación en curso
Las autoridades locales no han revelado, hasta el momento, detalles adicionales sobre la identidad del agresor ni su relación previa con la víctima. El caso permanece bajo investigación y se espera que en los próximos días se informe sobre los cargos formales.
El hecho ha generado reacciones de dolor y conmoción entre ciudadanos ecuatorianos residentes en Estados Unidos, quienes han expresado su solidaridad con la familia de la víctima.