La expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner fue hospitalizada de urgencia este sábado para someterse a una intervención quirúrgica tras presentar síntomas claros de apendicitis. La líder política fue trasladada al Sanatorio Otamendi, ubicado en la capital porteña, desde su residencia donde cumple una medida de prisión domiciliaria desde hace seis meses. El movimiento se dio tras una evaluación de emergencia realizada por un equipo médico especializado en su domicilio.
El traslado de Cristina Fernández se determinó luego de que la exmandataria manifestara fuertes dolores abdominales que obligaron a su ingreso inmediato en el recinto hospitalario. Una vez en el sanatorio, los especialistas procedieron a realizar los estudios de rigor para preparar la intervención quirúrgica que permitiera estabilizar su cuadro clínico, el cual presentaba una evolución aguda que requería atención quirúrgica inmediata.
Diagnóstico médico y evolución postoperatoria
En la primera evaluación realizada tras la cirugía, el centro de salud confirmó que el examen inicial y la posterior cirugía laparoscópica validaron un diagnóstico de apendicitis con peritonitis localizada. Según el informe médico, Cristina Fernández ha evolucionado de manera favorable hasta el momento, sin que se hayan presentado complicaciones postoperatorias relevantes durante las primeras horas de su recuperación en la clínica bonaerense.
Es importante señalar que Cristina Fernández se encuentra cumpliendo una condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el caso Vialidad. La justicia argentina la halló responsable de otorgar obras viales millonarias a un socio durante sus mandatos, cargos que la exmandataria niega rotundamente, denunciando ser el blanco de una persecución política y judicial sistemática en su país.
Contexto del arresto domiciliario y seguridad
A mediados de julio, un tribunal de Buenos Aires concedió el beneficio de arresto domiciliario a Cristina Fernández, pese a que los fiscales solicitaron que la pena se ejecutara en un centro penitenciario común. La defensa técnica de la exmandataria fundamentó este pedido en su edad, 72 años, y en la responsabilidad del Estado de garantizar la seguridad física de quienes han ocupado la titularidad del Poder Ejecutivo Nacional en el pasado.
La solicitud de protección para Cristina Fernández también hizo hincapié en el intento de magnicidio que sufrió anteriormente, factor que influyó en la decisión judicial sobre su lugar de reclusión. Tras la cirugía de este fin de semana, la exjefa de Estado permanecerá bajo observación médica estricta antes de ser reintegrada a su régimen de custodia domiciliaria, una vez que los facultativos del Sanatorio Otamendi certifiquen que su salud no corre riesgos adicionales.