La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos anunció la ampliación de la licencia para la píldora Addyi, permitiendo su uso en mujeres mayores de 65 años que han pasado por la menopausia.
El objetivo de esta medida es tratar el trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH) en este grupo demográfico, extendiendo el alcance de un medicamento que originalmente solo estaba permitido para pacientes premenopáusicas que presentaran estrés emocional por falta de libido.
Evolución del tratamiento con esta píldora
El fármaco Addyi, desarrollado por Sprout Pharmaceuticals, recibió su primera aprobación hace diez años. A diferencia de las terapias hormonales tradicionales, esta píldora diaria actúa directamente sobre las sustancias químicas cerebrales relacionadas con el estado de ánimo y el apetito. Sin embargo, su trayectoria comercial ha enfrentado retos debido a efectos secundarios como mareos y náuseas. Además de una advertencia de seguridad severa respecto al consumo de alcohol.
La agencia sanitaria mantiene su advertencia más estricta sobre el riesgo de combinar este medicamento con bebidas alcohólicas, ya que la interacción puede provocar desmayos y una caída peligrosa de la presión arterial.
La CEO de Sprout, Cindy Eckert, afirmó que esto es el resultado de una década de trabajo para priorizar la salud sexual femenina.
Desafíos en el diagnóstico del deseo sexual
El trastorno del deseo sexual hipoactivo es una condición reconocida desde los años 90, cuya investigación cobró impulso tras el éxito comercial de soluciones para la disfunción eréctil masculina. No obstante, el diagnóstico en mujeres es complejo debido a la multiplicidad de factores biológicos y psicológicos involucrados. Durante la posmenopausia, la disminución natural de niveles hormonales altera la biología femenina, lo que hace necesario que los facultativos descarten problemas de pareja o cuadros de depresión antes de prescribir el fármaco.
Existe, además, un debate dentro de la comunidad científica sobre la medicalización de la libido. Mientras algunos sectores defienden el acceso a terapias farmacológicas, ciertos psicólogos sostienen que la fluctuación del deseo no siempre debe catalogarse como un problema médico. Esta controversia ha influido en que las ventas de Addyi sean más limitadas de lo previsto inicialmente por la industria farmacéutica.
Contexto del mercado de salud femenina
Hasta la fecha, existen pocas alternativas farmacológicas para esta afección. En 2019, la FDA aprobó un segundo medicamento en formato de inyección a demanda, que utiliza un mecanismo neurológico distinto al de Addyi. La ampliación del uso de la píldora diaria representa un intento por cubrir un nicho en la atención de mujeres mayores.
Con esta actualización, Sprout Pharmaceuticals, con sede en Raleigh, Carolina del Norte, busca consolidar su presencia en el mercado de la salud femenina.
La decisión de la FDA subraya una tendencia hacia la evaluación de fármacos relacionados con la calidad de vida en la madurez.