Gustavo Petro, presidente de Colombia, afirmó este domingo 23 de noviembre que no respalda al gobierno de Nicolás Maduro, Sin embargo, se opone tajantemente a cualquier intervención militar extranjera en Venezuela. La declaración se produce en medio del creciente despliegue naval estadounidense en el Caribe. También tras la reciente designación del Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera por parte de Washington.
“Yo no apoyo a Maduro; quiero una solución política y pacífica en Venezuela, pero no apoyo una invasión”, escribió el mandatario colombiano en su cuenta oficial de X. En mensajes posteriores advirtió que una acción militar“desestabilizaría toda la región” y provocaría “una crisis migratoria y petrolera sin precedentes”. Petro hizo referencia al incremento de la presencia de la Cuarta Flota de Estados Unidos en aguas del Caribe.
Gustavo Petro reestableció relaciones con Venezuela
En ella se incluye el portaaviones USS George Washington y varios destructores, según confirmó el Comando Sur el pasado 20 de noviembre. El mandatario colombiano alertó que un conflicto armado afectaría directamente la producción y exportación de petróleo venezolano. Aquello dispararía los precios internacionales y generaría “consecuencias económicas graves” para Colombia y el continente.
La posición del presidente colombiano se conoce un día después de que el Departamento de Estado incluyera al Cartel de los Soles en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO). Aquella medida hace que el Gobierno de Donald Trump vincule a la “máxima presión” contra el Ejecutivo de Maduro.
No reconoce resultados de las elecciones venezolanas
Fuentes del Ministerio de Defensa colombiano confirmaron que el país mantiene su política de no participación en operaciones militares ofensivas fuera de sus fronteras. Desde la llegada de Petro al poder en agosto de 2022, Colombia restableció relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela. Reabrió la frontera terrestre y reactivó el comercio bilateral, que supera los 700 millones de dólares anuales al tercer trimestre de 2025.
Bogotá ha mantenido distancia pública del proceso político venezolano y no reconoce los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Hasta el cierre de esta nota, ni la Cancillería venezolana ni la Casa de Nariño habían emitido comunicados adicionales sobre las declaraciones del presidente Petro. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia se limitó a reiterar que “la solución a la crisis venezolana debe ser pacífica, democrática y liderada por los propios venezolanos”.