El Comité de Cuentas Públicas del Parlamento británico anunció el inicio de una investigación sobre el patrimonio de la Casa Real y sus arrendamientos a miembros de la familia.
La decisión se tomó después de la polémica creada en torno al contrato de Andrés Mountbatten-Windsor, despojado recientemente de su título de príncipe de Inglaterra, sobre Royal Lodge, la mansión en la que residía.
Esto se sabe sobre la investigación en torno a la Casa Real
El presidente del comité, Geoffrey Clifton-Brown, explicó que la información recibida por la Corona, una vez analizada, “constituye claramente la base para una investigación“, que se llevará a cabo el próximo año.
El patrimonio de la Casa Real, que también comunicó detalles sobre otras residencias, como la del Príncipe y la Princesa de Gales, Guillermo y Catalina, reveló que el hermano de Carlos III pagaba un alquiler irrisorio, según informó la cadena de televisión británica Sky News.
El propio Andrés ya anunció en octubre que renunciaba a sus títulos, entre ellos el de duque de York. Esto, al considerar que “las continuas acusaciones” en su contra “distraen” del trabajo del rey y de la familia real. Mientras que en 2019 abandonó sus actividades públicas tras ser vinculado al escándalo sexual de Jeffrey Epstein.
Contexto del caso Epstein y vínculos con el príncipe Andrés
Jeffrey Epstein fue detenido en julio de 2019 acusado de abuso sexual y tráfico de menores entre principios de los años 2000. El empresario financista estadounidense mantuvo vínculos con numerosas personalidades, incluyendo a Andrés Mountbatten-Windsor, Bill Clinton y Donald Trump. Epstein fue hallado muerto en su celda un mes después de su arresto, en lo que las autoridades calificaron como suicidio.
El nombre de Andrés de Inglaterra apareció repetidamente en testimonios judiciales y mediáticos relacionados con Epstein. En 2022, llegó a un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, quien lo había acusado de abuso sexual cuando era menor de edad. Aunque el acuerdo no implicó admisión de culpabilidad, el caso afectó profundamente la reputación del duque y de la monarquía británica.
Desde entonces, Buckingham Palace ha mantenido una política de distancia institucional con Andrés, limitando su participación en cualquier acto público. La retirada del título de príncipe y del tratamiento de “Alteza Real” representa la culminación de ese proceso de separación.
La decisión de la Casa Real
El retiro de los títulos de Andrés Mountbatten-Windsor marcó un nuevo capítulo en la modernización de la Casa Real, impulsada por el rey Carlos III. Este ha reiterado su compromiso con una monarquía más transparente y acorde a los valores actuales del Reino Unido.
Expertos en protocolo han señalado que el expríncipe ahora no podrá representar a la Corona ni usar símbolos o insignias reales. Su nombre ya lo retiraron de las listas oficiales de miembros activos de la familia real.