Un Tribunal de Francia aceptó este lunes la petición para liberar de prisión al expresidente Nicolas Sarkozy, bajo medidas de control judicial.
La decisión se dio cerca de tres semanas después de entrar en prisión tras ser condenado a cinco años de cárcel por asociación de malhechores, en relación con los fondos recibidos por su campaña de manos del régimen del fallecido líder libio Muamar Gadafi.
Las restricciones para el expresidente Sarkozy
La corte estimó en su decisión que “considera aceptable la petición de puesta en libertad”, antes de imponerle una serie de restricciones, como una prohibición de abandonar el país o mantener contactos con personas implicadas en el proceso, entre ellos el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien le visitó en prisión el 29 de noviembre, según la cadena BFM TV.
Tras ello, uno de los abogados del exmandatario, Christophe Ingrain, sostuvo que la decisión supone “una aplicación normal del Derecho”. Además, destacó que “la próxima etapa” es “el proceso de apelación” contra la condena dictada contra Sarkozy. “Nuestro trabajo ahora, tanto para Sarkozy como para nosotros, es prepararnos para la audiencia de apelación”, dijo.
Reacciones tras la decisión judicial
Louis Sarkozy, hijo del exmandatario, aplaudió rápidamente la decisión del Tribunal. Publicó “viva la libertad” en su cuenta en la red social X, junto a una foto de él y su padre.
Por su parte, el entorno de Darmanin hizo hincapié en que el ministro de Justicia “aplica siempre las decisiones de la justicia”, en relación con la orden del tribunal para que Sarkozy no mantenga contactos con él una vez tras dejar la prisión de la Santé.
Durante la vista de este lunes, Sarkozy, que compareció por videoconferencia, reiteró que “nunca admitirá” haber reclamado financiación al exlíder libio, antes de afirmar que su estancia en prisión es “una terrible experiencia”. “Es duro, es muy duro”, sostuvo, sin que por ahora hayan trascendido declaraciones por su parte después del fallo.
Sarkozy cree ser víctima de persecución política
Nicolas Sarkozy entró en prisión el 21 de octubre pasado, denunciando ser víctima de un “escándalo judicial” que ha “humillado” a Francia.
El antiguo dirigente conservador siempre negó cualquier irregularidad y denunció una supuesta persecución política contra él a través de los tribunales.
Tras el fallo, a Sarkozy lo liberaron de manera inmediata y ya está en su casa de París. Solo pasó 20 días en prisión.
Días de privilegios
Pese a que Sarkozy ha asegurado que su estancia en prisión fue “terrible”, lo cierto es que gozó de varios privilegios.
El político estuvo en la denominada sección VIP o sector de vulnerables, reservado para figuras de alto perfil. Esta ala separada incluye 18 celdas idénticas de 9 m², con habitación privada para el expresidente, equipada con televisor, refrigerador y línea telefónica fija para comunicaciones controladas.
Además, se le permitieron tres visitas semanales, acceso a atención médica prioritaria y aislamiento de la población general para su seguridad. Esto, dada su edad de 70 años y estatus como exjefe de Estado.
Dichas condiciones, superiores a las de reclusos comunes, generaron debate sobre equidad en el sistema penitenciario francés. Sin embargo, el tribunal las justificó por riesgos de vulnerabilidad. Es el primer expresidente de Francia en ser encarcelado.