Tomar ibuprofeno sin control: los errores que pueden afectar tu salud

El uso extendido del ibuprofeno ha generado una falsa sensación de seguridad, pese a que especialistas advierten riesgos digestivos, renales y cardiovasculares por su consumo inadecuado.

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Ibuprofeno: advertencias médicas sobre su uso cotidiano y efectos secundarios
Ibuprofeno: advertencias médicas sobre su uso cotidiano y efectos secundarios
Ibuprofeno: advertencias médicas sobre su uso cotidiano y efectos secundarios

El Diario

Redacción ED.

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sebastianpencas@gmail.com

El ibuprofeno, uno de los analgésicos más utilizados, es consumido a diario por personas de todas las edades para aliviar dolores y fiebre, pero profesionales sanitarios advierten que su uso incorrecto, frecuente en hogares, puede generar problemas de salud evitables.

El ibuprofeno es uno de los medicamentos más presentes en los botiquines domésticos. Se utiliza de forma habitual para el dolor de cabeza, el dolor menstrual, la fiebre y las molestias musculares, lo que ha contribuido a que muchas personas lo perciban como un fármaco casi inofensivo. Esta confianza favorece la automedicación y el consumo sin supervisión médica.

Este medicamento pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Su eficacia está comprobada para tratar dolor leve o moderado y procesos inflamatorios concretos, siempre que se administre en dosis adecuadas, durante periodos cortos y respetando las contraindicaciones. El problema surge cuando se convierte en una respuesta automática ante cualquier malestar.

Especialistas recuerdan que el ibuprofeno no está exento de efectos secundarios, especialmente cuando se utiliza de manera prolongada o incorrecta. Entre los principales riesgos se incluyen afecciones digestivas, alteraciones renales y un mayor impacto en personas con enfermedades crónicas.

Tomar ibuprofeno para cualquier dolor

Uno de los errores más frecuentes es utilizar ibuprofeno como solución para todo tipo de dolor, aunque no siempre sea el medicamento más adecuado. Existen molestias que pueden tratarse con analgésicos más simples, como el paracetamol, o con medidas no farmacológicas como reposo, aplicación de frío o calor local y estiramientos suaves.

Cuando el dolor se repite o se prolonga en el tiempo, recurrir de forma constante al ibuprofeno puede ocultar una patología de fondo que requiere evaluación médica. En estos casos, la automedicación retrasa el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

Además, el uso frecuente sin indicación profesional incrementa la probabilidad de consumo excesivo, una práctica que puede derivar en complicaciones evitables a corto y largo plazo.

Tomarlo en ayunas y sus efectos digestivos

Otro hábito común es tomar ibuprofeno en ayunas o sin acompañarlo de alimentos. Como AINE, este fármaco puede irritar la mucosa gástrica, lo que favorece la aparición de ardor, dolor abdominal, gastritis e incluso úlceras en personas con mayor riesgo.

Para reducir estos efectos, los profesionales recomiendan no ingerir ibuprofeno con el estómago vacío, respetar las dosis máximas diarias y evitar tratamientos prolongados sin control médico. En pacientes con antecedentes de problemas digestivos, su uso debe ser estrictamente supervisado.

En algunos casos, el médico puede indicar medicamentos para proteger el estómago o sugerir alternativas terapéuticas más seguras, dependiendo del perfil del paciente.

Mezclar ibuprofeno con alcohol u otros medicamentos

La combinación de ibuprofeno con alcohol es otra práctica habitual que suele pasar desapercibida. Algunas personas lo consumen para aliviar una resaca o un dolor de cabeza tras ingerir bebidas alcohólicas. Esta mezcla aumenta la irritación gástrica y puede generar riesgos adicionales para el hígado y los riñones.

También es frecuente el error de combinar ibuprofeno con otros antiinflamatorios o con medicamentos para la hipertensión, el corazón o el riñón, sin informar al médico. Estas interacciones pueden reducir la eficacia de los tratamientos o potenciar los efectos adversos.

Los especialistas insisten en la importancia de informar siempre sobre el consumo de otros fármacos antes de iniciar un tratamiento con ibuprofeno, incluso si se trata de medicamentos de uso común.

Alargar el tratamiento o aumentar la dosis

El ibuprofeno está diseñado para tratamientos cortos, salvo indicación médica específica. Un error recurrente es prolongar su uso más allá de lo recomendado o aumentar la dosis cuando el dolor no cede, sin consultar a un profesional.

Si la fiebre o el dolor persisten durante varios días o empeoran, la recomendación sanitaria es no incrementar el consumo, sino acudir a un médico para revisar el diagnóstico. El uso responsable del ibuprofeno es clave para prevenir complicaciones y garantizar un tratamiento seguro.

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