David Cabezas, arquero del club ecuatoriano El Nacional, denunció que los jugadores del plantel principal acumulan tres a cuatro meses sin cobrar salarios, criticando la falta de soluciones de parte de la actual directiva encabezada por Marco Pazos. La situación ha generado tensión interna y amenaza con afectar el rendimiento deportivo del equipo.
Malestar en el plantel y falta de respuestas
En una entrevista concedida al medio Las Voces del Fútbol, del canal Mundo Deportivo EC, Cabezas fue enfático al señalar que, aunque los jugadores han optado por no paralizar los entrenamientos, la situación es «insostenible». “Esta semana hemos trabajado. Como grupo, hemos decidido no parar. A pesar de todo, este grupo merece mucho respeto”, afirmó el arquero.
Al mismo tiempo, pidió empatía a la dirigencia: “Somos padres de familia, cabezas del hogar. Uno trabaja para tener su remuneración”. El reclamo apunta a la falta de cercanía por parte de los directivos y a la priorización de pagos a exjugadores sobre quienes actualmente defienden al equipo. “Hoy no vemos ese respaldo. Se han dedicado a pagar a los que se han ido, pero a los que estamos en el día a día, no”, insistió.
Comparación con la administración anterior
Cabezas no dudó en comparar la actual situación con la vivida bajo la gestión anterior, liderada por la Dra. Lucía Vallecilla, exdirectiva de El Nacional. Según el portero, aunque cada administración tiene sus desafíos, el manejo económico con Vallecilla era más ordenado en cuanto a sueldos.
“Si me pongo en ese debate, cada directiva entra para hacer lo mejor, pero siendo sincero, con la Dra. Vallecilla estábamos mejor. Hoy en día, nos deben 3-4 meses”, sostuvo. Cabezas también reconoció los esfuerzos de la directiva actual, pero insistió en que son insuficientes frente a las necesidades básicas del plantel. “Nos gustaría que se acerquen, que den soluciones. Esta semana tampoco habrá pagos, y eso es muy difícil”, lamentó.
Crisis institucional en El Nacional
El Nacional, uno de los clubes más tradicionales del fútbol ecuatoriano, atraviesa una nueva crisis institucional y económica. Fundado en 1964, el club ha sido históricamente reconocido por su política de jugadores nacionales y por ser semillero de talentos para la selección ecuatoriana.
Sin embargo, en los últimos años, la institución ha estado marcada por inestabilidad administrativa, descensos, y disputas dirigenciales, afectando su rendimiento deportivo y su reputación. La actual gestión de Marco Pazos asumió con promesas de reestructuración, pero enfrenta crecientes cuestionamientos por la falta de liquidez y transparencia.
Impacto en el rendimiento deportivo
El retraso en el pago de sueldos puede tener consecuencias directas en el desempeño del equipo en la LigaPro Ecuabet. Aunque el plantel ha mostrado profesionalismo al no detener entrenamientos, el desgaste emocional y la incertidumbre financiera podrían repercutir en su rendimiento en cancha. Cabezas hizo un llamado urgente a la dirigencia para que se prioricen los pagos a los jugadores que están actualmente activos: “Esta situación es complicada. Deben mirar a quienes estamos dando la cara”.
Los jugadores esperan que el directorio del club, encabezado por Pazos, actúe con prontitud para normalizar los pagos y abrir un canal de diálogo con el plantel. “Motivarnos entre nosotros es la única forma de seguir. Pero no es justo vivir así. Solo queremos soluciones y respeto”, enfatizó Cabezas. Hasta el momento, la dirigencia del club no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las declaraciones del jugador, ni ha confirmado un cronograma de pagos.