Úrsula Strenge y su hija Camila Nogales regresaron a su hogar en Guayaquil, después de nueve meses en Quito.
En la capital ecuatoriana, la joven recibió tratamiento médico tras sufrir una trombosis venosa cerebral.
El proceso médico de la hija de Úrsula Strenge
El 22 de noviembre de 2024, coincidiendo con su cumpleaños número 23, Camila Nogales presentó síntomas como fuertes dolores de cabeza, somnolencia y dificultad para hablar. Tras exámenes médicos, se diagnosticó una trombosis venosa cerebral con dos trombos en el cerebro, lo que llevó a su inmediata hospitalización en un centro de salud de la capital.
Úrsula Strenge, presentadora de televisión, psicóloga y exconcejal de Guayaquil, se trasladó de inmediato a Quito para acompañar a su primogénita. Inicialmente, estimó que su estancia sería breve, pero Camila permaneció internada durante varios meses, con periodos críticos en los que su vida estuvo en peligro.
Camila pasó dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) antes de pasar a una habitación común. El 17 de abril de 2025, en Jueves Santo, recibió el alta hospitalaria, marcando un avance en su recuperación. Sin embargo, en mayo se sometió a una cirugía adicional, que no arrojó los resultados esperados, obligándola a retornar a la UCI.
Tratamiento alternativo y apoyo público
Ante la evolución lenta, la familia optó por un tratamiento de medicina regenerativa con células madre, valorado en 50.000 dólares, no cubierto por el seguro médico.
En junio, la hermana de Camila, Ivanna Nogales, lanzó una campaña en GoFundMe para recaudar fondos, solicitando solidaridad pública.
El procedimiento se aplicó durante su estancia en Quito, complementado con terapias neurológicas, físicas y de lenguaje.
Úrsula Strenge adecuó su casa
Durante este fin de semana, madre e hija regresaron a Guayaquil. “Ya estamos acá”, informó la comunicadora, manteniendo un perfil bajo para evitar acoso mediático y restringiendo visitas.
Se informó que la vivienda de Strenge fue adecuada previo a su retorno, para el beneficio de salud de Camila.
“Nuestras vidas han cambiado completamente, no solo la de mi hija y la mía, también la de toda la familia. Nunca imaginé que algo así nos pudiera ocurrir y que nos colocara en una situación tan difícil, desafiante y dolorosa. Hubiera preferido que me pase a mí. Debí trasladarme a vivir a Quito para atenderla, nunca pensé que mi estadía sería tan larga. Creía que la evolución iba a ser más rápida. Ha sido un gran aprendizaje de paciencia y fortaleza. Mi hija está aferrada a la vida”, dijo Úrsula Strenge en abril pasado.