La diplomacia comercial de Ecuador ha dado un paso significativo en los últimos días. Durante su participación en el segmento de entrevistas de Manavisión Plus, el analista económico Sebastián Angulo profundizó sobre las implicaciones del reciente acuerdo suscrito durante la gira del presidente Daniel Noboa. Para el experto, esta noticia debe ser leída con optimismo y pragmatismo, pues un tratado bilateral de inversiones es, por definición, una herramienta diseñada para fomentar la llegada de capitales frescos y el aterrizaje de nuevas empresas en el territorio nacional.
Sin embargo, el punto de inflexión radica en la contraparte. Sebastián Angulo subraya que no se ha firmado con cualquier nación, sino con los Emiratos Árabes Unidos, un país que se ha consolidado como una verdadera potencia en diversos ámbitos geopolíticos y económicos. El analista destaca que esta nación del Golfo Pérsico es un referente mundial desde el sector energético hasta su rol como un hub o centro de conexión de recursos financieros globales. Por ello, la vigencia de este instrumento internacional podría marcar un antes y un después en la captación de fondos para proyectos estratégicos en Ecuador.
Lecciones del pasado: Sebastián Angulo habla de la ruptura de tratados
Para entender la magnitud de este nuevo acuerdo, es necesario mirar por el retrovisor de la historia económica reciente. Sebastián Angulo recordó que Ecuador vivió un periodo de aislamiento financiero autoprovocado antes de los años 2015 y 2016. Durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, el país tomó la decisión política de denunciar y romper los tratados bilaterales de inversión que mantenía con diversas naciones. En aquella época, la narrativa oficial sostenía que dichos acuerdos eran más perniciosos que beneficiosos para la soberanía económica ecuatoriana.
No obstante, el tiempo se ha encargado de desmentir esa tesis. El analista fue enfático al señalar que la realidad ha demostrado lo contrario: la falta de estos instrumentos provocó una baja sustancial en la inversión extranjera directa en los últimos años. Según Sebastián Angulo, uno de los factores determinantes para esta sequía de capitales fue la ausencia de la seguridad jurídica que estos tratados otorgan. Al eliminar el marco legal que protegía las inversiones, Ecuador envió un mensaje de incertidumbre al mundo, ahuyentando a las empresas que buscaban destinos estables para sus proyectos.
El retorno de la seguridad jurídica y el empleo
La función principal del nuevo tratado con Emiratos Árabes Unidos es restaurar esa confianza perdida. Lo que hace un acuerdo de esta naturaleza es establecer un marco de seguridad claro, especialmente útil si surgen inconvenientes legales. Sebastián Angulo explica que estos mecanismos permiten resolver los conflictos de manera técnica y justa, garantizando a los inversores que sus derechos serán respetados cuando decidan traer su dinero a Ecuador. Esta garantía es el requisito indispensable para que los grandes fondos de inversión emiratíes consideren seriamente al país andino.
El impacto de este tratado no se queda en las cifras macroeconómicas; tiene un efecto directo en la economía real. El experto sostiene que es “muy probable” que los inversores árabes, tras revisar las oportunidades locales, decidan inyectar capital. Esto desencadena una cadena virtuosa: las empresas que llegan buscan mano de obra y personal capacitado. Por tanto, Sebastián Angulo concluye que la inversión extranjera se traduce, inevitablemente, en mayor empleo para los ciudadanos. La esperanza es que, en los próximos meses, la llegada de estos capitales empiece a dinamizar el mercado laboral y a ofrecer nuevas oportunidades.
Consenso político en torno a la dolarización
Finalmente, el camino para la entrada en vigencia del tratado pasa por la Corte Constitucional y la Asamblea Nacional. Ante la interrogante de si existirá un bloqueo político, Sebastián Angulo se mostró optimista y confiado en que habrá apoyo legislativo. Su análisis sugiere que la clase política ecuatoriana ha madurado en este aspecto.
Según el economista, los diferentes sectores políticos, tanto de izquierda como de derecha, han ido entendiendo que los acuerdos comerciales y de inversión son vitales para la subsistencia de la economía. Existe ya un consenso tácito de que el sistema monetario vigente, la dolarización, se beneficia y fortalece únicamente con la llegada de divisas. Esta liquidez ingresa al país principalmente a través de las exportaciones y la inversión extranjera, por lo que bloquear este tipo de tratados sería atentar contra la estabilidad misma del modelo económico que sostiene a las familias ecuatorianas.