El 2025 llegó a su fin y, con él, un ciclo decisivo para la Selección de Ecuador. En medio del balance inevitable, Sebastián Beccacece eligió las redes sociales para expresar su sentir y dejar un mensaje que combina gratitud, reflexión y expectativa.
La ‘Tri’ cerró el año con la clasificación a su quinto Mundial, un objetivo que marcó el pulso del proceso y consolidó al equipo en las Eliminatorias. Ese logro, más allá de las formas, sostuvo el discurso del entrenador argentino.
Beccacece encabezó su mensaje con un saludo directo y emocional: “Querido Ecuador”. Desde allí construyó una carta que funcionó como despedida del año y como puente hacia lo que viene. El seleccionador resaltó el aprendizaje colectivo y los resultados alcanzados. Puso énfasis en la idea de proceso, una palabra que atravesó todo su texto y que define su manera de entender el fútbol.
“Hoy paso por aquí con el corazón lleno de gratitud. Gracias, 2025, por todo lo vivido, por el aprendizaje, por los resultados récord y por recordarnos que los sueños se construyen con trabajo, paciencia y fe”, expresó.
Sebastián Beccacece resalta objetivos
Beccacece continúo su emotivo mensaje con una dedicatoria a los seleccionados de Ecuador. “Gracias a cada futbolista y a cada persona extraordinaria que hizo posible el sueño de todo un país: volver a jugar un Mundial. Gracias al pueblo ecuatoriano, que siente, cree y acompaña, incluso en los momentos más desafiantes”, escribió.
El seleccionador también espera el 2026 con ansias y también dedicó parte de su mensaje a lo que viene. “Brindo con amor por lo que fue y me abro, con humildad y valentía, a todo lo que vendrá. Con fe, coraje, responsabilidad y conciencia. ¡Gracias, 2025!”, posteó Beccacece.
El balance deportivo dejó números sólidos. Ecuador terminó el año invicto y con la valla menos vencida del certamen clasificatorio. Esa consistencia defensiva se volvió uno de los sellos del equipo.
Mucho por mejorar
Persisten, sin embargo, observaciones sobre el juego ofensivo. La falta de gol y de mayor volumen creativo aparecieron como temas recurrentes en el debate público. El entrenador no los esquivó, pero eligió un tono sereno. En su mensaje agradeció a los futbolistas y al grupo de trabajo que acompañó el camino. También incluyó al hincha ecuatoriano, al que describió como constante incluso en los momentos más complejos.
El vínculo con la gente ocupó un lugar central. Beccacece valoró el afecto recibido en cada ciudad del país y el respaldo de los ecuatorianos en el exterior. Para él, ese acompañamiento sostuvo la marcha del proceso. La carta avanzó hacia una reflexión más personal. El entrenador habló de respetar los tiempos, confiar en las personas y aprender a amar los recorridos largos, incluso cuando exigen paciencia.
Beccacece despidió el 2025 y abrió la puerta a un 2026 cargado de ilusión, con el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá como horizonte. La Tri ya piensa en el próximo desafío. El mensaje buscó unir, agradecer y fortalecer la confianza colectiva antes del mayor reto: la Copa del Mundo.