Jhojan Riascos, tras fallar un penal decisivo en 2024, se redimió anotando el gol que ascendió a Liga de Portoviejo a la Serie B 2026. Con 27 años, el delantero colombiano se convirtió en héroe tras devolver la alegría al Ídolo de Manabí después de cuatro años en Segunda Categoría.
Riascos el pasado domingo marcó el gol del triunfo de Liga de Portoviejo ante Aampetra, en el estadio Reales Tamarindos, ante la presencia de 18.000 aficionados. El colombiano habló en Manavisión Plus, tras el ascenso de la ‘U’.
Jhojan, ¿cómo se siente tras marcar el gol del ascenso ante Aampetra?
La verdad estoy feliz porque el año pasado no se me dio la oportunidad de marcar en la semifinal que era lo más importante para mí, para todos mis compañeros, para toda la gente que sigue en el club. Para mí es algo muy importante, lo voy a celebrar de la mejor manera con mi mujer. Muy agradecido con Dios y con la presidenta por darme la oportunidad de volver.
¿Fue una redención personal?
Soy un obrero más en el club. Sí me sentí como una redención, porque con ese sabor amargo que pasaba… Le decía a mis compañeros: este año no se nos puede escapar, lo tenemos en casa, con nuestra gente. No se nos podía ir.
¿Cómo manejó el penal fallado del 2024 y qué lo trajo de vuelta a Portoviejo?
Mi corazón nunca se fue de Liga de Portoviejo. Hablé mucho con los profesores, con mis compañeros y con la presidenta Mónica Zamora. Tenía ofertas de Serie A y Serie B, pero gracias a Dios volví para esto. Lo construimos todos en conjunto y estoy muy contento.
Empezó el 2025 en Manta FC con pocos minutos, ¿qué pasó?
El fútbol de Serie A es muy táctico, muy diferente a Segunda. No me dieron oportunidad, no jugué de nueve, me ponían de extremo o carrilero. No me sentía Jhojan Riascos. Salí por la puerta grande, hablé con mi representante y decidí volver donde me sentía yo. Liga me necesitaba y yo necesitaba a Liga.
La mayor parte de su carrera profesional ha sido en Ecuador, ¿por qué no en Colombia?
Jugué en la Sub-20 de La Equidad en Colombia, fui campeón en 2017 y jugamos Libertadores Sub-20 en 2018. Tuve la chance de venir con Armando ‘Piripi’ Osman (+) a Atlético Porteño. Llegué en Semana Santa, demoró el TMS (Sistema de Correlación de Transferencias), pero decidí guerrearla. Desde ahí luché paso a paso y gracias a Dios aquí estoy.
¿Qué tiene Portoviejo que lo hizo regresar y sentirse como en casa?
Mi país no me ha dado lo que este país me está dando. Hoy me siento un portovejense más. Estoy viviendo algo inolvidable que quedará marcado para siempre en mi carrera. Agradecido con Dios, con mi familia y con esta ciudad hermosa.
¿Te hiciste la promesa de ser tú el que marcara el gol del ascenso?
Sí, me lo propuse. Me hice una promesa personal. Vine para ascender este equipo. Pasé lesiones duras, casi ocupan mi cupo de extranjero, pero el profesor (Raúl Duarte) y la directiva confiaron en mí. Gracias a Dios lo conseguimos.
¿Qué opinas de la hinchada de Liga de Portoviejo?
Es algo que se ve en pocos equipos se ve. Llenaron el estadio en Segunda Categoría, viajaron a Sangolquí… eso influyó muchísimo para que yo regresara. Los rivales se ponían nerviosos con tanta gente. Esta vez no podíamos fallarles y gracias a Dios los recompensamos.
Cuando metió el gol, ¿qué pasó por su cabeza?
Fue un suspiro. Corrí, aceleré y solté todo lo que tenía por dentro. Las lágrimas salían solas de emoción. Es mi primer ascenso en ocho años en Ecuador y queda marcado para siempre.
¿Cómo observa el torneo de Segunda Categoría después de tantos años jugando en él?
Es muy duro, no se lo deseo a nadie. Dos partidos te definen la vida, el pan de tu familia. Deberían mejorarlo porque es demasiado cruel, pero demuestra de qué estás hecho.
Se viene la final, ¿a qué club prefiere enfrentar a Cuenca Juniors o Mineros?
Ya cumplimos el objetivo principal: ascender. Ahora el que nos toque estamos preparados. Queremos darle la Copa a esta institución que se la merece tanto.
¿Dónde se sientes más cómodo: solo en punta o con doble nueve?
Como doble nueve me siento mucho mejor. Con Espínola jalamos marca los dos y siempre queda espacio. Jugar solo de espalda es más complicado.
¿El gol fue trabajado en la semana?
Sí, el jueves trabajamos ese espacio filtrado. Me taparon la derecha, aguanté la marca y de izquierda le pegué fuerte. Gracias a Dios entró ante Aampetra.
¿Qué le dices a la hinchada tras tanto sufrimiento?
Aquí está el Jhojan Riascos que siempre suda la camiseta. Disfruten sanamente, este diciembre será diferente. Nos lo merecemos todos.
¿Se queda en Liga de Portoviejo para la Serie B 2026 o escuchará otras ofertas?
Primero la final, quiero ganar el título. Después, con mi representante y con la bendición de Dios veremos la mejor decisión. Pero hoy solo pienso en celebrar y en la final.