Un nuevo capítulo en la presión geopolítica sobre Venezuela se escribió este sábado. Efectivos militares de Estados Unidos ejecutaron una operación de alto perfil al apresar otro petrolero cargado con hidrocarburos venezolanos. Según informaron medios norteamericanos citando fuentes conocedoras del operativo, la embarcación tenía la intención de sortear el bloqueo económico y comercial impuesto por Washington sobre el gobierno de Caracas.
El asalto marítimo fue liderado por la Guardia Costera norteamericana, contando con el apoyo táctico de otras secciones de las Fuerzas Armadas. La operación se desarrolló en aguas internacionales, lo que subraya el alcance del despliegue naval en la región. Fuentes citadas por la cadena de televisión CNN confirmaron la naturaleza militar de la incautación, destacando la coordinación entre las distintas ramas de seguridad para detener el flujo de recursos hacia el gobierno venezolano.
Advertencia directa y control marítimo
El trasfondo de esta acción va más allá de la incautación de la carga. “Este es un mensaje para Nicolás Maduro”, explicó una de las fuentes consultadas por el portal Axios, refiriéndose explícitamente al mandatario de Venezuela. La estrategia de Estados Unidos busca demostrar que su presencia en la zona no es pasiva, sino que tiene la capacidad operativa de interceptar cualquier intento de comercio que viole las sanciones establecidas.
La misma fuente destacó a Axios que esta toma valida el sentido del despliegue militar en el mar Caribe. El objetivo es disuadir a cualquier actor global que intente negociar con el crudo venezolano. “Incluso si no tomamos el petróleo, el mensaje para todo el mundo que quiera jugar a este juego es que vamos a interceptaros cuando queramos”, sentenció la fuente, planteando una interrogante retórica sobre quién estaría dispuesto a asumir ese riesgo financiero y logístico frente a la flota norteamericana.
Antecedentes recientes y saldo del despliegue
Esta acción marca la segunda captura de un petrolero con crudo venezolano en un lapso de apenas dos semanas. El precedente inmediato ocurrió el pasado 10 de diciembre, cuando las fuerzas de Estados Unidos desplegadas en la región tomaron el control del petrolero ‘Skipper’. Seis días después de aquel incidente, el presidente Donald Trump anunció un endurecimiento del bloqueo para todos los buques incluidos en la lista de sanciones, aunque por el momento se desconoce si el barco incautado este sábado figuraba específicamente en dicha lista.
El contingente militar de Estados Unidos mantiene una actividad intensa en la zona bajo la bandera de la lucha contra el narcotráfico. Desde el lanzamiento de la operación para atajar el tráfico de drogas desde Venezuela, las cifras oficiales reportan que se ha matado a 104 personas y destruido 29 supuestos barcos vinculados a actividades ilícitas. Más allá del combate a las drogas, los dirigentes estadounidenses apuntan a que el objetivo estratégico final de estas maniobras sería forzar un cambio de régimen político en Caracas a través de la asfixia económica. (Información de Europa Press)