La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) alertó sobre el impacto creciente de la automedicación antibiótica en infecciones de oído, nariz y garganta, una práctica frecuente ante síntomas comunes que suelen ser de origen viral y no requieren antibióticos.
Según la SEORL-CCC, cada vez más personas recurren a antibióticos por iniciativa propia frente a cuadros como dolor de garganta, congestión nasal u otalgia, pese a que la mayoría de estas infecciones son autolimitadas y se resuelven sin tratamiento antimicrobiano. Esta conducta, advierten los especialistas, no aporta beneficio terapéutico y favorece la resistencia bacteriana.
Las infecciones leves de vías respiratorias altas explican una parte significativa de estas decisiones. Un estudio en población española identificó que el 35,1 % de las solicitudes de antibióticos sin receta correspondía a este tipo de procesos. Para los expertos, el problema no es solo la falta de eficacia, sino la perpetuación de hábitos de automedicación.
Diversas investigaciones confirman que la práctica está extendida: alrededor del 20 % de quienes consumen antibióticos lo hacen sin prescripción médica, basándose en experiencias previas, recomendaciones informales o restos de tratamientos guardados en el hogar. Los síntomas más asociados a este uso inadecuado son garganta, congestión nasal y dolor de oído, generalmente virales.
Consumo de antibióticos
Este fenómeno se enmarca en un contexto de alto consumo comunitario. Un estudio reciente estimó que el 23,3 % de la población española tomó al menos un antibiótico en un año, con una media de 1,8 tratamientos por persona. En población pediátrica, otra investigación situó a España como el cuarto país europeo con mayor consumo comunitario, reforzando la necesidad de mensajes de uso adecuado.
El impacto en salud pública es relevante. Las estimaciones más recientes calculan que, solo en 2021, España registró alrededor de 6.350 muertes atribuibles a infecciones bacterianas resistentes y hasta 27.800 muertes asociadas a la resistencia antimicrobiana. Un análisis económico europeo añade que el país presenta uno de los consumos de antibióticos más altos del continente y tasas elevadas de infecciones resistentes por cada 100.000 habitantes.
Riesgos del uso incorrecto
La SEORL-CCC subraya que automedicarse no es un gesto inocuo. Iniciar antibióticos sin valoración profesional, reutilizar restos o tomarlos “por si acaso” incrementa la presión selectiva sobre las bacterias y compromete la eficacia futura de estos fármacos.
En el ámbito ORL, esta situación tiene consecuencias directas en patologías que sí requieren antibióticos —como otitis complicadas, sinusitis bacterianas graves o infecciones profundas de cuello—, donde la resistencia puede limitar las opciones terapéuticas y empeorar el pronóstico.
Recomendaciones y campañas
Por ello, la SEORL-CCC recuerda que el primer paso para proteger la eficacia de los antibióticos es evitar cualquier forma de automedicación. Ante síntomas ORL, la recomendación es consultar con un profesional sanitario, quien determinará si existe una infección bacteriana real y si el antibiótico está justificado.
El mensaje coincide con la campaña “Usar bien los antibióticos es vital” del Ministerio de Sanidad de España y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que los otorrinolaringólogos refuerzan como un compromiso colectivo frente a la resistencia antimicrobiana.