Al menos 250 personas abandonaron sus hogares en las últimas horas en la región colombiana de Catatumbo, frontera entre Colombia y Venezuela. La causa fue un nuevo repunte de los combates entre el Frente 33 de las disidencias de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional.
La violencia se concentró en municipios clave del departamento de Norte de Santander. La Gabarra y Tibú registraron los enfrentamientos más intensos durante la Navidad. Catatumbo, una región que agrupa a una decena de municipios y limita con Venezuela, atraviesa desde hace un año una escalada sostenida de disputas armadas.
El conflicto con las disidencias ha generado confinamientos, desplazamientos masivos y una presión constante sobre comunidades rurales. Decenas de familias buscaron refugio en una escuela cercana. Otras salieron de forma apresurada ante el temor de quedar en medio del fuego cruzado.
Conflicto con las disidencias
La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó sobre personas heridas que requieren atención médica urgente. El organismo advirtió que la falta de garantías de seguridad impide el ingreso oportuno de brigadas sanitarias y de ayuda humanitaria.
Además, su titular, Iris Marín, pidió públicamente al ELN y al Frente 33 de las disidencias el cese inmediato de los combates. También exigió permitir el acceso de los servicios médicos para evacuar a los heridos y atender a la población desplazada.
El llamado se sumó a pronunciamientos desde el Ejecutivo. La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, solicitó apoyo de las autoridades competentes y de la comunidad internacional para asistir a las comunidades afectadas por la violencia.
Márquez subrayó la urgencia de crear condiciones de seguridad que garanticen el retorno y la permanencia de las familias en sus territorios. Reafirmó el compromiso del Gobierno con una presencia institucional efectiva y orientada a las necesidades reales de la población.
Una amplia disputa sin solución
Por su parte, la disputa armada en Catatumbo responde al control territorial y a los beneficios económicos de una zona estratégica. El área concentra recursos naturales y rutas claves para el narcotráfico y otras economías ilícitas.
En lo que va del año, el conflicto ha dejado cerca de un centenar de muertos y miles de personas desplazadas o confinadas. La violencia contrasta con los altos índices de pobreza y bajo desarrollo que afectan históricamente a la región.
La ausencia prolongada del Estado ha permitido que distintos grupos armados y disidencias se enfrenten durante décadas. Esa dinámica mantiene a Catatumbo como uno de los epicentros más críticos de la crisis humanitaria en Colombia. (37).