Los palitos de canela son una receta tradicional de panadería dulce, elaborada con ingredientes básicos, preparada mediante amasado, reposo y horneado, consumida principalmente en desayunos y meriendas, y valorada por su sabor especiado y textura crujiente o suave, según el método de cocción.
Los palitos de canela forman parte de las preparaciones dulces más difundidas en la panadería artesanal y doméstica. Su elaboración se basa en una masa sencilla, similar a la del pan dulce, que se aromatiza con canela en polvo y azúcar, y se presenta en forma alargada tras el horneado.
Esta receta se encuentra documentada en recetarios tradicionales y manuales de panadería, donde se destaca su versatilidad. Puede prepararse tanto en versiones suaves como crujientes, dependiendo del grosor de la masa y del tiempo de cocción en el horno.
El consumo de palitos de canela es habitual como acompañamiento de bebidas calientes, como café, chocolate o infusiones, y su preparación no requiere equipamiento especializado, lo que facilita su elaboración en el hogar.
Ingredientes necesarios para la preparación
Para la elaboración de palitos de canela se requieren ingredientes de uso común en repostería. Las cantidades pueden ajustarse según el número de porciones, pero una receta estándar incluye:
- 500 gramos de harina de trigo
- 200 mililitros de leche tibia
- 50 gramos de azúcar
- 75 gramos de mantequilla
- 1 huevo
- 10 gramos de levadura seca
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de canela en polvo
- Azúcar adicional para el rebozado
- Mantequilla derretida para pincelar
Estos ingredientes permiten obtener una masa adecuada para formar palitos de tamaño medio, con una textura homogénea tras el horneado.
Preparación de la masa base
El primer paso consiste en activar la levadura. Para ello, se mezcla la levadura con la leche tibia y una pequeña cantidad de azúcar, dejándola reposar durante 10 minutos hasta que se observe espuma en la superficie.
En un recipiente amplio se coloca la harina, el resto del azúcar y la sal. Luego se incorpora el huevo, la mantequilla a temperatura ambiente y la mezcla de levadura. Todos los ingredientes se integran hasta formar una masa uniforme.
La masa debe amasarse durante aproximadamente 10 minutos, hasta que adquiera una textura lisa y elástica. Posteriormente, se deja reposar en un recipiente cubierto, en un lugar templado, durante 45 a 60 minutos, hasta que duplique su volumen.
Formado de los palitos de canela
Una vez finalizado el reposo, la masa se estira sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un grosor uniforme. Se pincela con mantequilla derretida y se espolvorea una mezcla de canela en polvo y azúcar de manera homogénea.
La masa se corta en tiras alargadas, que luego se enrollan ligeramente o se dejan rectas, según la presentación deseada. Cada palito se coloca en una bandeja para horno previamente engrasada o cubierta con papel vegetal.
Antes de hornear, se recomienda dejar reposar los palitos durante 15 minutos adicionales, lo que contribuye a mejorar su textura final.
Horneado y acabado final
Los palitos de canela se hornean en un horno precalentado a 180 grados Celsius durante 15 a 20 minutos, hasta que presenten un color dorado uniforme. El tiempo puede variar según el horno y el grosor de la masa.
Una vez retirados del horno, pueden pincelarse nuevamente con mantequilla y espolvorearse con azúcar y canela, si se desea intensificar el sabor. Tras un breve enfriado, quedan listos para el consumo.
Los palitos de canela pueden conservarse en recipientes herméticos durante dos o tres días, manteniendo su sabor y textura. Su preparación se considera una receta base de panadería, adaptable a distintos gustos y contextos de consumo.