Las fuerzas armadas de Estados Unidos bombardearon cuatro embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas en el Pacífico oriental. Las operaciones se dieron el lunes 27 de septiembre, matando a 14 personas a bordo. Pete Hegseth, secretario de Guerra de Estados Unidos se refirió al tema. Calificó el ataque como el más letal de la campaña contra cárteles narcotraficantes iniciada en septiembre.
El presidente Donald Trump defendió la operación, argumentando que se realizó en aguas internacionales. Sostuvo además que el narcotráfico representa una amenaza de seguridad nacional responsable de 300 mil muertes de estadounidenses. Los strikes, ejecutados por drones MQ-9 Reaper y misiles lanzados desde destructores navales, ocurrieron frente a las costas de Colombia y Ecuador, según fuentes del Pentágono.
Operaciones en el Pacífico seguirán
Hegseth detalló en una publicación en X que tres ataques impactaron las naves, con uno afectando dos embarcaciones simultáneamente. Estas acciones dejaron un sobreviviente que posteriormente fue rescatado por autoridades mexicanas. “Estas lanchas eran operadas por organizaciones terroristas designadas y transportan narcóticos en rutas conocidas de tráfico”, afirmó el secretario. Él compartió videos mostrando explosiones en alta mar.
La operación, la número 13 desde el 2 de septiembre, eleva a al menos 57 el total de fallecidos en ataques contra presuntos narcos, con nueve en el Caribe y cuatro en el Pacífico. Datos de la Guardia Costera de EE.UU. indican que, hasta el 15 de octubre, se incautaron más de 45 mil kilos de cocaína en el Pacífico. Aquello se logró a través de la Operación Viper, aunque no se ha verificado públicamente la carga en las naves bombardeadas.
Problema des seguridad nacional
El Departamento de Guerra clasificó las embarcaciones como “narco-terroristas”, equiparándolas a grupos como Al Qaeda. Esto en base a informes de inteligencia que las vincula a carteles venezolanos y colombianos. Trump, justificó los bombardeos como respuesta al fentanilo y otras drogas que, según él, han causado 300 mil muertes en EE.UU. en el último año. Aquello se ha convertido en “un problema de seguridad nacional que otorga autoridad legal”.
La campaña, ordenada por Trump el 2 de septiembre, se basa en una opinión legal clasificada del Departamento de Justicia. Esta trata a los traficantes como combatientes enemigos, permitiendo ataques letales sin revisión judicial. En febrero, Trump designó a varios carteles como “organizaciones terroristas extranjeras”, facilitando estas acciones. Anteriormente, siete strikes en el Caribe mataron a 32 personas, supuestamente que transportaban droga.
Operaciones antidrohas en rutas caribeñas
Críticas internacionales han surgido: el presidente colombiano Gustavo Petro calificó los ataques como “asesinato”. Él exigió evidencia sobre la nacionalidad de las víctimas, posiblemente colombianas y ecuatorianas. En Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro denunció violaciones al derecho internacional. En EE.UU., demócratas como el senador Mark Kelly cuestionan la legalidad. Ellos argumentan que las rutas caribeñas transportan principalmente cocaína a Europa, no fentanilo a Norteamérica.
El Pentágono planea más operaciones, incluyendo posibles ataques terrestres en Venezuela, según reportes de NBC News. La administración ha coordinado con la República Dominicana para usar sus aeropuertos en misiones antinarcóticos. Hasta la fecha, no se han presentado pruebas independientes de las identidades de los fallecidos ni del contenido exacto de las naves. Aquello ha generado debates sobre derechos humanos y la efectividad de la estrategia.