El supertifón Fung-wong tocó tierra este domingo en la costa noreste de Filipinas. Está comenzando un recorrido destructivo que ya cobra sus primeras víctimas. Según la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA), el fenómeno impactó la ciudad de Dinalungan alrededor de las 21:10 (hora local). El ciclón llegó con vientos máximos sostenidos de 185 km/h. También con ráfagas violentas que alcanzan los 230 km/h. Inmediatamente afectó a la provincia de Aurora. La provincia se extiende por la costa este y cuyo punto más meridional dista solo 140 kilómetros de la capital.
Primeros daños y víctimas confirmadas por el paso del supertifón Fung-wong
Las autoridades han confirmado el fallecimiento de dos personas poco después de la llegada del ciclón. Las víctimas se registraron en las provincias orientales: una en Catanduanes debido a inundaciones repentinas, y otra en la ciudad de Catbalogan, en la provincia de Samar, tras quedar sepultada por escombros arrastrados por la tormenta.
El impacto del supertifón Fung-wong es extenso. Las provincias del norte están siendo azotadas por vientos destructivos, fuertes lluvias y marejadas ciclónicas. Incluso la zona metropolitana de Manila reporta fuertes vientos y lluvias torrenciales. Se prevé que, tras tocar tierra, el tifón atraviese el terreno montañoso del norte de Luzón. Además, podría emerger sobre el golfo de Lingayen o las aguas costeras de Pangasinan o La Unión durante la mañana del lunes.
Evacuaciones masivas y alerta nacional
Con el recuerdo fresco de los 224 fallecidos que dejó el tifón Kalmaegi hace unos días, el gobierno ha intensificado las medidas preventivas. La Oficina de Defensa Civil (OCD) informó que más de 1,17 millones de personas han sido evacuadas de sus hogares en las provincias orientales, centrales y septentrionales. Se estima que el supertifón Fung-wong podría afectar directamente hasta a 54 provincias y a más de 60 millones de habitantes en total.
Las autoridades han recomendado a los habitantes cercanos a ríos limpiar sus áreas. Además, han instado a quienes viven en zonas propensas a deslizamientos a no regresar hasta que sea seguro. Bernardo Rafaelito Alejandro, administrador adjunto de la OCD, hizo un llamado a la calma y la cooperación: «Volvemos a pedir a la población que se prepare, siga las advertencias y aplique medidas preventivas… Tenemos protocolos que seguir y esto es por nuestra seguridad».