El operativo Apolo 33 marcó un nuevo golpe contra el crimen organizado en la Zona 8. Desde la noche del miércoles y durante la madrugada de hoy, la Policía Nacional ejecutó acciones coordinadas en Durán y en el sur de Guayaquil, con énfasis en rutas y territorios en disputa.
En el sur de Guayaquil, la Policía enfocó sus acciones contra las bandas Mafia 18 y Los Lagartos. En Durán, los objetivos fueron Chone Killers y Latin King, organizaciones con antecedentes de violencia y economías ilícitas. El balance preliminar refleja 23 personas fuera de circulación. Ocho resultaron aprehendidas en flagrancia y 15 detenidas con boleta constitucional, varias con antecedentes por extorsión, secuestro y robo.
Los resultados materiales del Apolo 33 fueron amplios a decir de la entidad del orden. Se incautaron nueve armas de fuego, entre ellas dos fusiles, además de pistolas y revólveres. También se decomisaron 136 municiones de distintos calibres y cinco alimentadoras.
Hallan droga abandonada en operativo
La droga representó otro eje de este operativo. Las unidades hallaron 1.800 dosis de sustancias sujetas a fiscalización y 328 bloques tipo ladrillo en un carro abandonado, asociados a una persecución registrada en el sector de Pascuales. En ese caso, el vehículo involucrado se accidentó durante la huida, se detalló. Los ocupantes escaparon, pero abandonaron la carga ilícita, que quedó bajo custodia policial para las investigaciones correspondientes.
El operativo permitió recuperar bienes robados, entre ellos diez motocicletas y seis vehículos, reportados como sustraídos, localizados en distintos puntos intervenidos durante los allanamientos. También se recuperaron 216 cajas de mercadería asaltada horas antes en la vía perimetral. El cargamento apareció en inmuebles de Los Ceibos, tras información procesada por inteligencia policial.
Entre los hallazgos de Apolo 33 también constan nueve terminales móviles (celulares), dinero en efectivo y medicamentos. Además, la Policía localizó a tres personas reportadas como desaparecidas, incluidos dos menores de edad. Un componente clave para la ejecución de este operativo fue la información ciudadana, reconoció Pablo Dávila, comandante general de Policía, quien brindó información de los resultados.
Información ciudadana, clave para hallazgos
Las autoridades destacaron la masificación de los “códigos juez”, un mecanismo que fortalece la denuncia reservada y aporta datos precisos sobre horarios, identidades y dinámicas delictivas. Esa colaboración, aseguró Dávila, resulta determinante frente a delitos como la extorsión, donde el miedo suele frenar las denuncias. La reserva de la identidad se mantiene como garantía.
Apolo 33 se suma a otros mega operativos recientes. La estrategia apunta a reducir la percepción de inseguridad y a recuperar el control estatal en sectores golpeados por la violencia criminal. La intervención buscó debilitar estructuras dedicadas a delitos de alto impacto. Secuestro, extorsión, microtráfico y sicariato figuran entre las actividades atribuidas a estos grupos, que buscan control territorial y dominio de corredores criminales estratégicos, detalló Dávila.
Cerca de 400 servidores policiales participaron en el despliegue de este operativo. Actuaron unidades preventivas, investigativas y de inteligencia, con operativos simultáneos que incluyeron allanamientos e interdicciones en vías principales. (37).