En 2024, Ecuador registró 215.714 nacimientos, lo que representa una disminución de 94.522 respecto a 1990. Esta tendencia se atribuye a factores como el mayor acceso a anticonceptivos, el retraso de la maternidad, cambios culturales y los altos costos de crianza, según datos oficiales.
Un descenso sostenido en nacimientos en Ecuador
En 2024, Ecuador contabilizó 215.714 nacidos vivos, una cifra considerablemente menor a los 310.236 de 1990. Esto se traduce en una caída de 94.522 nacimientos en 34 años. La tasa de natalidad en 2024 fue de 12 por cada 1.000 habitantes, la más baja en 35 años, comparada con los 30 por mil registrados en 1990. Este descenso se ha acelerado en la última década, con una reducción anual promedio de 1.2 nacimientos por mil desde 2015.
La edad de las madres también ha cambiado: el 25.8% de los nacimientos ocurrió en mujeres de 20 a 24 años, el 25.1% en las de 25 a 29 años, y el 19.7% en las de 30 a 34 años. A pesar de esto, los embarazos adolescentes persisten, con 30.580 nacimientos en jóvenes de 15 a 19 años y 1.621 en niñas de 10 a 14 años en 2024.
Causas de la baja natalidad en Ecuador
La disminución de nacimientos en Ecuador se debe a múltiples factores. El acceso a métodos anticonceptivos ha facilitado la planificación familiar, lo que ha llevado a que la tasa global de fecundidad sea de 1.7 hijos por mujer, por debajo del nivel de reemplazo de 2.1. Las mujeres ahora tienden a priorizar el desarrollo profesional y retrasar la maternidad. Además, los costos asociados a la crianza y la migración desincentivan la formación de familias numerosas. La pandemia de COVID-19 también influyó, acentuando esta tendencia debido a la incertidumbre económica.
Existen diferencias regionales marcadas. En la Amazonía, por ejemplo en Morona Santiago, la fecundidad es de 2.5 hijos por mujer, mientras que en Pichincha es de 1.3, lo que evidencia las disparidades socioeconómicas. Los cambios culturales, con un mayor enfoque en la estabilidad financiera, también han transformado las estructuras familiares tradicionales.
Retos de una población en transformación
La baja natalidad plantea desafíos significativos. El envejecimiento poblacional se hará más evidente: en 2024, los mayores de 65 años representan el 8% de la población, pero se proyecta que alcancen el 18% para 2050. Esto implica una menor población activa para sostener los sistemas de pensiones y salud, así como una caída en la demanda de servicios educativos y de primera infancia.
Ecuador sigue una tendencia global. Datos del Banco Mundial muestran que la tasa de natalidad mundial descendió de 26 por mil en 1990 a 17 en 2022. Países como Japón y España, con tasas por debajo de 8 por mil, ya enfrentan retos similares. La planificación demográfica será crucial para adaptar los servicios y garantizar la sostenibilidad económica.
Una mirada regional y global
En América Latina, países como Chile y Uruguay también experimentan descensos en la natalidad. En Ecuador, la Amazonía lidera en nacimientos, mientras que Pichincha, Azuay y Tungurahua tienen las tasas más bajas. La tasa de defunciones fetales, con un 61.8% por causas no especificadas, resalta la necesidad de mejorar la atención prenatal.
Ecuador se encuentra en una transición demográfica que requiere políticas públicas para equilibrar el crecimiento poblacional y el bienestar social, anticipando un futuro con menos nacimientos y una mayor cantidad de adultos mayores.