Rusia recomendó a Estados Unidos enfocar su lucha antidrogas en sus propias élites en lugar de intensificar operaciones militares en el sur del Caribe. Lo hizo en respuesta a las recientes acciones de Washington contra presuntos carteles venezolanos. La declaración, emitida por la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Mariya Zajárova, se produjo durante una rueda de prensa en Moscú. Ella critica el aumento de la presencia naval estadounidense en el Caribe.
El intercambio verbal surge en medio de una escalada de tensiones en el Caribe. Allí fuerzas navales de EE.UU. han bombardeado lanchas sospechosas de transportar drogas desde Venezuela hacia el océano Pacífico y el mar Caribe. Aquello ha resultado en decenas de muertes reportadas desde octubre de 2025. Washington, bajo la fiscal general Pam Bondi, duplicó la recompensa por información que lleve al arresto de Nicolás Maduro.
Rusia mantiene su postura contra Estados Unidos
A él, Estados Unidos lo acusa, sin pruebas concluyentes, de liderar un cártel de narcotráfico. Estas acciones, según Rusia, representan un pretexto para reafirmar la doctrina Monroe, promulgada en 1823. Esta establece la influencia exclusiva de EE.UU. en las Américas.”Tal vez, merece la pena que EE.UU. pase a buscar a los criminales dentro de sus élites”, afirmó Zajárova aludiendo a escándalos de corrupción y consumo de drogas en altos círculos estadounidenses.
“Ahora que ha recordado de repente, en este momento histórico, que las drogas son un mal”, agregó, cuestionando la selectividad de la política exterior de Washington. La diplomática rusa instó a reflexionar sobre “por qué hay tantas personas en las calles de diversas ciudades estadounidenses que abiertamente consumen drogas y literalmente mueren por ellas”. Lo dijo en referencia a la crisis de opioides que ha causado más de 100 mil muertes anuales en EE.UU.
Moscú, aliado histórico de Venezuela
El contexto de la tensión en el Caribe se remonta a la declaración de la región como “zona de paz” por los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2014. Ese es un compromiso que Rusia considera vulnerado por las operaciones militares actuales. Moscú, aliado histórico de Venezuela, ha aumentado su apoyo diplomático y militar a Caracas desde las sanciones impuestas por EE.UU. en 2017.
Dentro de ese paquete de sanciones se incluyen envíos de armamento y ejercicios conjuntos en el Atlántico. En 2025, el intercambio comercial entre Rusia y Venezuela alcanzó los 2.500 millones de dólares, con énfasis en petróleo y tecnología. La respuesta rusa se enmarca en una serie de críticas mutuas entre Moscú y Washington, exacerbadas por la reelección de Trump en noviembre de 2024 y su agenda de “América Primero”.
Redes de narcotráfico afectan la seguridad hemisférica
Expertos en relaciones internacionales, como los del Consejo de Asuntos Exteriores (CFR), advierten que estas fricciones podrían derivar en un conflicto proxy en América Latina. Sería algo similar a las dinámicas en Ucrania. Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. rechazó las declaraciones de Zajárova como “propaganda”. Se reafirmó que sus operaciones buscan desmantelar redes de narcotráfico que afectan la seguridad hemisférica.
Este episodio subraya las divisiones geopolíticas en el hemisferio occidental, donde el control de rutas marítimas para el tráfico de drogas –estimado en 40 mil millones de dólares anuales por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)– se convierte en punto de fricción. Rusia ha propuesto en foros multilaterales, como la ONU, una cooperación internacional neutral para abordar el problema, aunque sin avances concretos hasta la fecha.