Investigadores de la Universidad de Arizona han desarrollado una nueva formulación de quimioterapia basada en el fármaco paclitaxel, que mejora su eficacia contra el cáncer de mama y páncreas y reduce significativamente el daño a tejidos sanos. El método, que utiliza nanovesículas lipídicas para administrar el fármaco directamente a los tumores, ha sido probado con éxito en modelos animales, según un estudio publicado en ‘Nature Cancer’.
Una quimioterapia más eficaz
El paclitaxel es un medicamento ampliamente utilizado en quimioterapia para tratar diversos tipos de cáncer, incluidos los de mama, páncreas, pulmón y ovario. Sin embargo, su eficacia se ve limitada por su tendencia a acumularse en órganos no deseados como el hígado o el bazo, lo que provoca efectos secundarios significativos.
La nueva tecnología desarrollada por el equipo del doctor Jianqin Lu, profesor asociado de la Facultad de Farmacia R. Ken Coit, se basa en unir químicamente el paclitaxel con esfingomielina, un lípido presente en las membranas celulares. Esto permite formar nanovesículas que transportan el medicamento de forma más precisa al sitio tumoral.
“El paclitaxel es potente, pero su toxicidad es un problema. Esta formulación mejora la penetración en los tumores y reduce la exposición de tejidos sanos”, explicó Lu.
El ‘Paclitaxome’ y su impacto en modelos de cáncer
La nueva formulación, denominada ‘Paclitaxome’, superó en pruebas preclínicas a las versiones tradicionales del paclitaxel, como ‘Taxol’ y ‘Abraxane’, utilizadas actualmente en clínicas. En modelos de cáncer de mama triple negativo y cáncer de páncreas avanzado en ratones, el Paclitaxome mostró mayor acumulación en el tumor, menor toxicidad sistémica y mejores tasas de supervivencia.
Además, el equipo diseñó una variante avanzada llamada CD47p/AZE-Paclitaxome, que combinó la formulación original con modificaciones moleculares para mejorar aún más la eficacia terapéutica. Esta versión redujo el crecimiento tumoral de forma más sostenida y prolongó la supervivencia de los modelos experimentales.
“Este sistema permite que el fármaco permanezca más tiempo en el organismo, se acumule mejor en el tumor y minimice los efectos adversos”, destacó el oncólogo Aaron Scott, coautor del estudio y profesor asociado en la Facultad de Medicina de la misma universidad.
Avances en terapias combinadas y nuevas aplicaciones
Uno de los logros más destacados del estudio fue la mejora en la administración de combinaciones de fármacos. En pruebas adicionales, los investigadores cargaron gemcitabina, otro agente quimioterapéutico, en el núcleo de la nanovesícula junto al paclitaxel. La combinación de ambos medicamentos demostró ser más efectiva que las terapias convencionales que combinan gemcitabina con Taxol o Abraxane.
En otro ensayo, la combinación de paclitaxel modificado y carboplatino mostró eficacia para prevenir recaídas en cáncer de mama triple negativo, incluso en casos de metástasis.
Lu señaló que esta tecnología podría tener aplicaciones mucho más amplias. “Aplicamos la estrategia a la camptotecina, un fármaco usado contra el cáncer de colon, y funcionó bien. Esto demuestra que la plataforma es versátil”, afirmó.
Próximo objetivo: ensayos clínicos en humanos
El equipo de investigación ahora se enfoca en reunir más datos preclínicos y explorar el potencial del sistema para combinar fármacos de quimioterapia con inmunoterapias, un campo emergente que busca potenciar la respuesta inmune del organismo contra el cáncer.
“Queremos avanzar hacia ensayos clínicos en humanos, especialmente en pacientes con tumores que no responden bien a los tratamientos actuales”, concluyó Scott.
Avance en el proceso de quimioterapia
La investigación abre la puerta a una nueva generación de tratamientos contra el cáncer que sean más eficaces, específicos y menos tóxicos. El Paclitaxome y su plataforma asociada representan un avance significativo en la administración dirigida de fármacos, con potencial de aplicación en múltiples tipos de cáncer y otras enfermedades complejas.