Ecuador atraviesa su séptimo día de paro nacional, una medida de resistencia indefinida convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Esta medida inició el pasado lunes 22 de septiembre. El rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, decretada por el presidente Daniel Noboa, ha provocado el cierre de múltiples vías en diversas provincias. Algunas vías han quedado cerradas, generando una cascada de consecuencias que impactan la economía, la seguridad y la vida cotidiana de los ciudadanos.
Según el último reporte del Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 (20h00), la jornada de este sábado 28 de septiembre se caracteriza por importantes interrupciones viales. Estas interrupciones son principalmente a causa de las manifestaciones. Sin embargo, a los bloqueos se suman otros factores como deslizamientos de tierra. Estos aspectos acentúan la complejidad de la situación en el territorio nacional, complicando más el panorama de vías cerradas.
Estas son las vías cerradas durante el paro nacional
La provincia de Imbabura es una de las más afectadas por las protestas del paro nacional. En el cantón Otavalo, la carretera E35, una arteria vital que conecta con Cotacachi, se encuentra completamente bloqueada. El bloqueo está presente en ambos sentidos a la altura de Iluman y Peguche. Este cierre estratégico impide el flujo de bienes y personas hacia y desde una importante zona productiva y turística. Adicionalmente, se reportan bloqueos con montículos de tierra y escombros en la vía Otavalo-Cajas. También en el eje rural que conecta Otavalo con Quiroga, fragmentando aún más la conectividad. La situación de las vías cerradas incluye también el caso del cantón Antonio Ante, donde el paso hacia Otavalo está interrumpido por manifestantes.
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La situación de vías cerradas por el paro nacional se extiende a la región amazónica. En la provincia de Zamora Chinchipe, específicamente en el cantón El Pangui, el ingreso a la parroquia de Tundayme se mantiene bloqueado. Estas movilizaciones en puntos estratégicos han generado una paralización significativa del transporte. Así, se obliga a cientos de conductores a buscar rutas alternas, a menudo más largas y peligrosas, o a suspender sus viajes. Esto resulta en consecuentes pérdidas de tiempo y recursos. Otra de las vías cerradas por manifestantes es la Guaranda, por Gallo Rumi, en el sector La Herrería.
Otros cierres viales en el país
Además de las protestas, el estado de las vías en Ecuador se ve agravado por factores naturales. En la provincia de Napo, la carretera que conecta El Reventador con la ‘Y’ de Baeza está cerrada. Este cierre se debe a un deslizamiento de tierra de gran magnitud. Estos eventos, además de las vías cerradas por el paro, son comunes en la región amazónica. Ocurren durante la temporada de lluvias, pero en el contexto del paro nacional, complican exponencialmente la logística de abastecimiento.
En la misma provincia de Napo, se reportó la pérdida de la mesa vial en el sector de San Marcos. Esto mantiene inhabilitado un tramo clave cerca de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Este incidente, que por sí solo representa un gran desafío, se suma a la imposibilidad de movilizar maquinaria y personal por los bloqueos. Esto retrasa cualquier intento de reparación. En la provincia de Tungurahua, la vía Baños-Penipe se encuentra cerrada por disposición de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) debido a la inestabilidad del terreno. Esta es una medida preventiva ante posibles deslizamientos.
Consecuencias del Paro: Del Dolor a las Pérdidas Millonarias
El paro nacional no solo ha impactado la vialidad, sino que sus repercusiones se sienten en la economía y la seguridad del país. La Cámara de Industrias y Producción (CIP) ha estimado pérdidas económicas superiores a los 42 millones de dólares. Estas pérdidas se observan solo en las provincias de Carchi e Imbabura. Esta cifra, que sigue en aumento, afecta directamente a sectores productivos clave, como el agrícola y el comercial, con productos perecederos que no pueden llegar a los mercados debido a las vastas vías cerradas.
La situación ha escalado a un nivel de profunda preocupación tras la confirmación de la primera víctima mortal ligada a las manifestaciones. En Cotacachi, Imbabura, un hombre perdió la vida en un incidente relacionado con los bloqueos. Así lo indican informes preliminares. Este trágico suceso eleva la tensión y el dolor. Además, añade una dimensión humana devastadora a la crisis. La presidenta ejecutiva de la CIP, María Paz Jervis, ha denunciado públicamente el desabastecimiento, los ataques violentos a convoyes humanitarios, el secuestro y maltrato a choferes. También, la destrucción de camiones con insumos médicos. «El país no merece ser rehén de unos pocos«, sentenció Jervis, reflejando la frustración del sector productivo.
Las demandas de la Conaie, centradas en la restitución de los subsidios al diésel y la implementación de políticas que mitiguen la crisis económica, chocan con la postura del Gobierno de Daniel Noboa. Este Gobierno ha llamado al diálogo pero también ha advertido sobre la aplicación de la ley. La incertidumbre sobre la duración del paro nacional y la falta de acuerdos claros mantienen a Ecuador en vilo. Hay esperanza de una pronta resolución que permita restablecer la normalidad en todas sus esferas.