Las autoridades brasileñas investigan la muerte del policía militar Jeferson Luiz Sagaz y su pareja, la empresaria Ana Carolina Silva. Ambos fueron hallados el 11 de agosto dentro de la bañera de una habitación en el Dallas Motel, ubicado en la carretera BR-101, en el barrio Roçado, en la ciudad de São José, estado de Santa Catarina. Según los informes forenses, ambos murieron por una combinación de consumo de alcohol y cocaína, sumado a la alta temperatura del agua, que superaba los 50°C.
El hallazgo dentro del motel
De acuerdo con la Policía Civil, la pareja había sido reportada como desaparecida un día antes del hallazgo. Testigos indicaron que, horas antes de su desaparición, celebraron el cumpleaños de su hija de cuatro años en un restaurante. Posteriormente, fueron vistos en un bar cerca de las 23h30, antes de dirigirse al motel.
Al no presentarse al día siguiente para recoger a su hija, los familiares alertaron a las autoridades. Los agentes iniciaron una búsqueda que los condujo hasta el motel. Ahí encontraron los cuerpos dentro del jacuzzi. Las primeras hipótesis apuntaron a un accidente por inhalación de vapores tóxicos o pérdida de conciencia bajo el efecto combinado del calor y las sustancias ingeridas.
La Policía Científica de Santa Catarina ratificó que los análisis toxicológicos revelaron presencia de alcohol y cocaína. También aseguraron que los exámenes fueron realizados “bajo protocolos científicos y con peritos oficiales”.
Controversia por los resultados forenses
A pesar del cierre técnico del caso como “muerte accidental”, la familia de Ana Carolina Silva, de 42 años, manifestó públicamente su inconformidad con los resultados. En un comunicado divulgado esta semana, afirmaron que la empresaria “no consumía drogas”. En consecuencia, expresaron sospechas de una posible ingesta forzada o envenenamiento.
Los familiares exigieron a las autoridades una investigación rigurosa, transparente e imparcial. Argumentan que podrían requerirse nuevas pruebas toxicológicas o exámenes complementarios para esclarecer completamente lo sucedido.
La familia también señaló que Ana Carolina no presentaba antecedentes de consumo ni problemas de salud que pudieran explicar una reacción tan severa al calor.
Según declaraciones citadas por el medio G1 Globo, la hermana de la empresaria insistió en que “algo no encaja”. Pidió que el caso no sea archivado hasta agotar todas las líneas de investigación.
Perfil de las víctimas y contexto del caso
Jeferson Luiz Sagaz era un policía militar en activo, con varios años de servicio en Santa Catarina. Mientras tanto, Ana Carolina Silva era propietaria de un salón de manicura en la misma ciudad.
El caso ha generado amplio interés mediático en Brasil. Esto se debe tanto por el carácter inusual del hallazgo como por la mezcla de factores. Según el informe oficial, estos factores habrían provocado la muerte: altas temperaturas, consumo de sustancias y falta de ventilación en el recinto cerrado del jacuzzi.
Especialistas en toxicología consultados por la prensa local explicaron que el efecto combinado del alcohol y la cocaína puede elevar la temperatura corporal y alterar la presión sanguínea. Esto, sumado al calor extremo del agua, incrementa el riesgo de colapso cardíaco o asfixia.
Investigación continúa bajo presión
La Policía Civil de Santa Catarina no ha descartado reabrir el caso si surgen nuevos elementos. Por ahora, se mantiene la hipótesis de una muerte accidental. No obstante, la familia de Ana Carolina continúa presionando para que se realicen contraperitajes independientes.
Las autoridades locales aseguraron que los procedimientos se realizaron conforme a los estándares forenses y que los resultados “fueron validados por técnicos especializados”.
Mientras tanto, la comunidad de São José y los allegados de la pareja siguen conmocionados por el suceso. Los funerales de Jeferson y Ana Carolina se realizaron el 13 de agosto, en ceremonias separadas, acompañadas de homenajes del cuerpo policial y familiares.
Conclusión
Aunque la versión oficial señala una muerte accidental, las dudas planteadas por la familia de Ana Carolina Silva mantienen abierta la controversia. La insistencia en revisar los informes forenses podría derivar en una nueva fase de la investigación. Esto sería para determinar si existieron o no factores externos en la tragedia que terminó con la vida de la pareja en el motel de São José.