El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desmintió este viernes que el Ejército esté ultimando planes para atacar objetivos militares en Venezuela, en lo que se trataría de un incremento exponencial en su lucha contra el narcotráfico. Esto, tras las operaciones contra las presuntos lanchas de contrabando de droga que están ejecutando los militares norteamericanos en aguas del Caribe, criticadas por Naciones Unidas como un ataque contra el Derecho Internacional.
El presidente Donald Trump dice “no”
Trump respondió con un tajante “no” a la pregunta de si, había tomado ya una decisión al respecto, como han informado el ‘Wall Street Journal’ y el ‘Miami Herald’.
Previamente, la secretaria adjunta de prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly, desmintió la información y recordó al ‘Herald’ que cualquier anuncio de este calibre queda en manos del presidente estadounidense.
Proseguir con los ataques terrestres sería la culminación de una campaña mucho más agresiva por parte de Trump para detener el flujo de drogas y acorralar al presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien el gobierno estadounidense considera ilegítimo y que debería abandonar el poder.
Ofensiva de Estados Unidos contra el narcotráfico
La semana pasada, el Gobierno de Estados Unidos anunció el envío de un grupo de ataque naval a Latinoamérica, con el portaaviones ‘Gerald R. Ford’ a la cabeza, en un paso más dentro de su despliegue destructores de misiles guiados como parte de sus operaciones de seguridad fronteriza.
Trump había confirmado previamente que autorizó operaciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Venezuela.
Ataques contra ‘narcobuques’ dejan más de 60 muertos
Estados Unidos ha ejecutado una serie de ataques militares contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en aguas del Mar Caribe y el Océano Pacífico oriental. Estas operaciones, ordenadas por el presidente Donald Trump y anunciadas por el secretario de Defensa Pete Hegseth, se iniciaron el 2 de septiembre.
Según reportes del Departamento de Defensa, se han registrado al menos 12 ataques confirmados, con al menos 61 muertes reportadas. Las acciones se centran en rutas marítimas utilizadas para el transporte de cocaína desde Venezuela y Colombia hacia Estados Unidos, bajo la designación de las tripulaciones como “narcoterroristas”. De hecho, se los vincula a grupos como Tren de Aragua y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los ataques forman parte de una escalada en la política antidrogas de la administración Trump. Esta incluye el despliegue de más de 4.000 marines y marineros en la región desde agosto. Así como de buques de guerra, submarinos nucleares y aviones F-35.
Estados Unidos justifica las operaciones como respuesta a la crisis de opioides en el país, que causa decenas de miles de muertes anuales. Sin embargo, la ONU y organizaciones como Human Rights Watch han calificado estas acciones como violaciones al derecho internacional humanitario.