Las Elecciones Presidenciales en Bolivia 2025 transcurren con ciudadanos aguardando los resultados oficiales, tras una jornada electoral que sugiere un posible cambio político. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, informó que todas las mesas cerraron y las actas se trasladaron a los tribunales departamentales. Nueve tribunales computarán votos, enviando resultados al Tribunal Supremo Electoral. Ríos calificó la jornada de exitosa, despite incidentes aislados.
En Chapare, Andrónico Rodríguez, candidato de Alianza Popular, fue agredido con piedras al votar, obligándolo a retirarse rápidamente. Su jefe de campaña resultó herido. Rodríguez, presidente del Senado y pupilo de Evo Morales, se distanció del MAS para postularse. Morales, desde Chapare, llamó a anular votos, aunque no quedó claro si lo hizo al sufragar. Un incidente con dinamita en Chapare no causó daños.
Escenario político tras las elecciones presidenciales en Bolivia 2025
Óscar Hessenteufel, presidente del Tribunal Supremo Electoral, confirmó que los incidentes no alteraron la votación. Ni Evo Morales ni Luis Arce compiten, marcando un quiebre en el MAS. Sondeos predicen una derrota del MAS tras dos décadas de gobierno, favoreciendo a la centroderecha. Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, principales candidatos derechistas, prometen resolver crisis de combustibles y alimentos.
Doria Medina votó en La Paz, enfatizando una salida pacífica y democrática. Ningún candidato lidera con el 50% requerido para ganar en primera vuelta, necesitando al menos 40% y 10 puntos de ventaja. Si se confirman pronósticos, Bolivia seguiría la tendencia regional de derecha, como en Argentina con Javier Milei y Ecuador con Daniel Noboa.
Eduardo del Castillo, candidato del MAS, aparece en últimos lugares. Arce, al votar, prometió una transición ordenada, asegurando una salida democrática. Morales, rodeado de seguidores, no aclaró su voto nulo. Amenazó con acciones si gana la derecha, que planea su detención.
Observación internacional durante los comicios
La Unión Europea desplegó 82 observadores, 32 a largo plazo. La OEA envió 87, dirigidos por Juan Fernando Cristo. Su presencia busca garantizar transparencia. Los resultados determinarán si Bolivia sigue el rumbo de países como Argentina y Ecuador.
La jornada electoral, despite tensiones, transcurrió mayormente en calma. El futuro político de Bolivia depende de los cómputos finales. La posibilidad de una segunda vuelta permanece abierta, ante la falta de un claro ganador.
Un giro a la derecha podría redirigir políticas, especialmente en litio. La crisis actual exige soluciones urgentes. La participación de observadores internacionales refuerza la legitimidad del proceso. La espera por resultados oficiales continúa, con Bolivia en un momento decisivo. La transición política será clave para estabilidad.