Florinda Meza vuelve al centro de la polémica tras lanzar fuertes señalamientos contra Graciela Fernández, la primera esposa de Roberto Gómez Bolaños, conocido mundialmente como Chespirito.
Durante una entrevista con la prensa chilena, la actriz de 76 años cuestionó el origen de los bienes que hoy rodean a la exesposa del creador de El Chavo del 8, fallecido en noviembre de 2014.
Según Meza, los lujos actuales de Fernández se relacionan directamente con las ganancias económicas que obtuvo Gómez Bolaños a lo largo de su exitosa carrera artística.
Denuncias sobre propiedades y dinero
La actriz sostuvo que Graciela Fernández adquirió cuatro propiedades gracias a los ingresos del comediante mexicano y luego las vendió, quedándose con el dinero obtenido.
Florinda Meza describió este comportamiento como un “modus operandi” que, según afirmó, se repitió durante varios años y afectó directamente el destino de la fortuna del actor.
“Ellos recibieron, su mamá cada que quiso una casa nueva, cuatro veces casa nueva a la madre de ellos; ella vendía la casa y se quedaba con el dinero. Qué pasó, no lo sé“, declaró ante medios latinoamericanos.
Florinda Meza acusa manejo irregular del dinero de Chespirito
La viuda de Gómez Bolaños reforzó sus dudas al insistir en que el dinero nunca se utilizó de manera transparente. Además, sostuvo que ella nunca recibió beneficios económicos similares.
“Vendía la casa cuando ya no le gustaba y se quedaba con el dinero“, afirmó Florinda Meza, antes de expresar su incertidumbre sobre el paradero de esos recursos.
“No usaba el dinero, ¿qué pasó?, no lo sé. A mí nunca me compró una casa“, sentenció, dejando entrever su inconformidad con la administración de la herencia.
Aclara su relación económica con Roberto Gómez Bolaños
En contraste, Florinda Meza rechazó las versiones que señalan que su relación con Chespirito estuvo motivada por intereses económicos o por la fama del comediante.
La actriz aseguró que siempre mantuvo independencia financiera y que incluso el hogar donde vivieron juntos pertenecía a ella.
“Yo siempre pagué en mi casa. Después de que vivíamos juntos, ya a 10 años, su hermano le dijo: ‘¿Cómo que no están dando el gasto de tu casa?’ (…) Vivimos casi 10 años en esa casa, la mía, que era a donde llegó a vivir, que era una casa de clase media regular”, concluyó.