Cientos de familias ecuatorianas preparan este 25 de diciembre el tradicional raspado de verde, un plato icónico de la región Costa utilizado para combatir el chuchaqui (resaca).
Esta preparación, basada en el uso de plátano verde dominico o barraganete, se caracteriza por una técnica de rallado manual que otorga una textura espesa y nutritiva al caldo. Gracias a su alto contenido de almidón y minerales, se ha consolidado como el remedio gastronómico por excelencia tras las celebraciones de Navidad y Fin de Año en todo el país.
Ingredientes y preparación del raspado de verde
La elaboración del raspado comienza con una base técnica de refrito, compuesta por cebolla blanca, ajo, achiote y pimiento.
El componente principal es el plátano verde, el cual no se corta en trozos, sino que se raspa con una cuchara o un rallador fino directamente sobre el líquido hirviendo. Esta acción libera el almidón de forma inmediata, permitiendo que la sopa adquiera una consistencia sedosa sin necesidad de espesantes artificiales. Tradicionalmente, se utiliza carne de res con hueso o espinazo para aportar una base proteica rica en colágeno.
Expertos en nutrición señalan que la efectividad de este plato radica en la combinación de ingredientes que favorecen la recuperación del organismo. El raspado de verde aporta niveles significativos de potasio y sodio, electrolitos que se pierden durante la deshidratación causada por el consumo de alcohol. Además, la temperatura del plato ayuda a la vasodilatación, mejorando la sensación de bienestar general en el comensal.
El proceso de cocción y el toque final
Una vez que el verde raspado se ha integrado al caldo de carne, la cocción debe mantenerse a fuego medio durante aproximadamente 20 a 30 minutos. Es fundamental remover la mezcla constantemente para evitar que el sedimento del verde se pegue en el fondo de la olla. Durante este tiempo, se suelen añadir trozos de queso criollo o leche para enriquecer el sabor, dependiendo de la variante regional de la receta.
El toque final es la adición de cilantro picado y, en muchos casos, unas gotas de limón al momento de servir.
El uso de hierbas frescas no solo mejora el perfil aromático, sino que también aporta vitaminas y antioxidantes.
Contexto cultural y variedades regionales
Aunque la receta básica se mantiene constante, existen variaciones importantes según la zona geográfica. En la provincia de Manabí, es común que incluya un toque de maní molido. En la provincia del Guayas, se prefiere una versión más ligera centrada en el sabor puro del verde.
El raspado de verde no es solo un alimento, sino una manifestación de la soberanía alimentaria del Ecuador, utilizando productos locales de bajo costo y alto valor nutricional.