El sector del turismo en Ecuador espera cerrar el 2025 con un repunte significativo durante el feriado de fin de año. Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador (Fenacaptur), explicó en Manavisión Plis que esta fecha se ha convertido en uno de los motores clave para la economía nacional.
El dirigente confirmó que la tendencia de reservas muestra una recuperación sostenida. “En Baños ya está un 30, 40% con reservas, la ruta del Spondylus también registra movimiento”, señala. A eso se suman los destinos de sol y playa, tradicionalmente atractivos para despedir el año. En 2024, pese a los apagones, el feriado generó $104 millones y para este año, la expectativa sube a cerca de $130 millones.
Muñetón destacó que la anticipación en el anuncio del feriado contribuyó a esa proyección. “Lo han avisado casi con un mes de antelación, eso es bueno, permite que el usuario y el empresario planifiquen”, afirmó.
Apuestan a un Año Nuevo en localidades emergentes
Localidades emergentes también empiezan a registrar un comportamiento positivo en las reservas. Muñetón explicó que zonas como Playas, Napo, Sucumbíos y Machala muestran un interés creciente, impulsado por una mayor percepción de seguridad y por la diversificación de actividades turísticas.
En Esmeraldas, por ejemplo, la ocupación ha mejorado progresivamente durante los últimos feriados, lo que se refleja en un aumento sostenido de consultas y confirmaciones para fin de año. Según el presidente de Fenacaptur, este fenómeno revela que el viajero ecuatoriano explora alternativas más allá de los destinos tradicionales y responde rápido a los cambios de oferta.
Promoción internacional: la mayor preocupación del sector
Aunque el turismo nacional sigue siendo la principal apuesta, el dirigente advirtió que la falta de promoción externa frenó el ingreso de visitantes extranjeros. “Sin promoción no hay nada”, enfatizó. Recordó que países con altos niveles de inseguridad continúan creciendo turísticamente porque sostienen campañas permanentes.
El fondo de promoción alimentado por el impuesto Eco Delta y Potencia Turística genera cerca de $80 millones. De ese monto, $39 millones se destinarán a posicionar la imagen del país, sin embargo, persiste la incertidumbre. “Es importante saber qué va a pasar con esos fondos. No hemos podido hablar con el ministro de la Producción”, cuestionó.
Seguridad y articulación local en el turismo
La seguridad se mantiene como un factor determinante para el turista. Fenacaptur ha sostenido reuniones con el Ministerio del Interior, la Policía Nacional y autoridades locales para fortalecer los mecanismos de protección en zonas turísticas. Muñetón integra la Mesa de Seguridad de Guayaquil y recalca que el trabajo conjunto permite identificar rutas y sectores más seguros.
Asimismo, advirtió sobre el impacto del alojamiento informal. Ecuador tiene alrededor de 27.000 establecimientos turísticos formales y una cifra similar —o mayor— de informales. “Esto afecta el control, la seguridad y la fiscalización”, explicó. En los hoteles, por ejemplo, se reporta la información de los huéspedes a varias instituciones; en los alojamientos no regulados, eso no ocurre, contó Muñetón.
Aviación: el costo que frena el turismo
Uno de los puntos más críticos es el alto precio de los pasajes aéreos nacionales. “Los pasajes son a precios irreales, a precios de pasajes internacionales”, sostuvo el dirigente. Agregó que este costo desincentiva el viaje interno y reduce las posibilidades de dinamizar destinos como Cuenca, Manta o Quito.
El objetivo para 2026 es recuperar, al menos, los niveles del 2019 y para ello, afirmó Muñetón, se necesita claridad en la hoja de ruta del Gobierno. La asistencia a ferias internacionales, la inversión en promoción y la articulación público-privada serán decisivas en ese camino, concluyó.