El uso del crédito para financiar electrodomésticos y bienes del hogar crece en las familias ecuatorianas, que recurren a esta herramienta financiera para enfrentar gastos inmediatos. Expertos advierten que, aunque ofrece ventajas de acceso y flexibilidad, su mal uso puede comprometer la estabilidad económica del núcleo familiar.
El crédito como apoyo en la economía familiar
El economista Ricardo Menéndez señala que el crédito es una de las alternativas más utilizadas por las familias para adquirir bienes de uso cotidiano, como refrigeradoras, cocinas o equipos tecnológicos. Según expertos financieros, las operaciones de consumo representan más del 25 % de los créditos otorgados en el país durante 2024.
Esta modalidad permite a los hogares acceder de manera inmediata a productos de alto costo y pagarlos en plazos mensuales, ajustando el gasto a su presupuesto. Para muchas familias, el financiamiento representa una oportunidad de mejorar sus condiciones de vida sin esperar largos periodos de ahorro.
Ventajas del financiamiento de bienes del hogar
Entre los beneficios, el economista indica que el más destacados se encuentran la inmediatez y la flexibilidad de pago. «Los planes de cuotas permiten que el impacto en la economía doméstica sea menor al distribuir el valor en varios meses», explica. Además, en ciertos casos, los comercios ofrecen promociones con intereses reducidos o meses de gracia, lo que incrementa la accesibilidad para los consumidores.
El financiamiento también favorece la inclusión financiera. Familias sin historial crediticio encuentran en la compra de electrodomésticos a crédito una forma de construir una reputación positiva ante las instituciones financieras. Esto abre la puerta a futuros préstamos de mayor valor, como los hipotecarios o vehiculares.
Riesgos del mal uso del crédito
No obstante, el crédito implica riesgos cuando no se maneja de manera adecuada. El principal problema se presenta con el sobreendeudamiento, una situación que ocurre cuando las cuotas de los préstamos superan la capacidad de pago del hogar. Según datos de la Superintendencia de Bancos, cerca del 18 % de las familias ecuatorianas presentan atrasos en sus créditos de consumo.
A ello se suma el riesgo de los altos intereses que pueden cobrar ciertas instituciones o casas comerciales. En algunos casos, el valor final de un electrodoméstico puede duplicarse al finalizar el plazo de pago. Esta situación genera un impacto directo en el presupuesto familiar, limitando la posibilidad de destinar recursos a otros gastos prioritarios.
Recomendaciones para un uso responsable
Menéndez aconseja evaluar la capacidad de pago real antes de comprometerse con una deuda. El monto de las cuotas no debe superar el 30 % de los ingresos mensuales del hogar. Asimismo, recomiendan comparar entre diferentes entidades financieras y revisar con detalle las condiciones del contrato.
La planificación resulta fundamental. Destinar un fondo de emergencia puede evitar que la familia recurra al crédito de manera innecesaria ante imprevistos. También se sugiere priorizar el financiamiento de bienes duraderos que realmente aporten al bienestar del hogar, en lugar de adquirir productos de uso temporal.
Impacto en la estabilidad económica
El uso adecuado del crédito contribuye al desarrollo de la economía familiar y nacional. Cuando las familias logran mantener un equilibrio entre ingresos, ahorro y deudas, fortalecen su capacidad de consumo y su estabilidad a largo plazo. Por el contrario, un mal manejo puede generar ciclos de endeudamiento difíciles de revertir, puntualiza el especialista.
En este contexto, la educación financiera se presenta como una herramienta clave. Programas impulsados por entidades bancarias y organismos públicos buscan capacitar a los hogares en la toma de decisiones responsables, con el fin de evitar que el crédito, en lugar de un apoyo, se convierta en una carga.