Ha pasado una semana desde la partida de Paulina Tamayo, reconocida en todo el país como “La Grande del Ecuador”, y su hija Paola Tamayo continúa enfrentando el dolor con la fuerza que heredó de su madre.
En un emotivo mensaje publicado en sus redes sociales, Paola expresó el vacío y el amor que siente tras su pérdida:
“Mi Paulinita mía. 1 semana, y mi alma solo ansía volverte a sentir. Te amo, mi Grande Eterna.”
El mensaje rápidamente se llenó de miles de comentarios de solidaridad, con seguidores, colegas y amigos del medio artístico enviándole palabras de apoyo. Muchos recordaron el cariño, carisma y talento de Paulina, una de las voces más emblemáticas del folclor ecuatoriano.
Un legado que no se apaga
Fiel al amor por la música que compartía con su madre, Paola Tamayo decidió rendirle un homenaje desde el escenario. Durante una presentación junto al Trío Pambil, interpretó un pasillo ecuatoriano dedicado especialmente a su madre, visiblemente emocionada ante el público que la ovacionó.
En su publicación en Instagram, escribió: “Faltándome tú, mi Grande @paulinatamayomusic. Gracias @trio_pambil por la invitación y permitirme dedicar este pasillo a mi Paulina Eterna.”
El gesto fue aplaudido por artistas y seguidores, quienes destacaron la sensibilidad y entrega con la que Paola mantiene vivo el legado artístico y humano de su madre. “La música siempre fue su vínculo más fuerte, y ahora se convierte en su forma de abrazarla desde el alma”, comentó una fan en redes sociales.
El último adiós a ‘La Grande’
Paulina Tamayo falleció el 18 de octubre de 2025, a los 60 años, tras una destacada trayectoria de más de cuatro décadas en los escenarios. Su voz, símbolo del folclor ecuatoriano, inmortalizó pasillos, albazos y sanjuanitos que la convirtieron en una de las artistas más queridas del país. Entre sus temas más recordados están La Plegaria del Labrador, Así es mi Ecuador, Te sigo amando y Mi vida por un pasillo.
Cumpliendo su voluntad, su familia informó que sus restos fueron cremados y sus cenizas reposan en una urna funeraria, tal como ella lo había solicitado en vida. Este gesto íntimo y simbólico marcó un cierre lleno de respeto y amor hacia una mujer que siempre defendió sus raíces y llevó la música nacional a escenarios internacionales.
Una huella eterna en la música ecuatoriana
Paulina Tamayo fue más que una intérprete: fue una embajadora de la cultura ecuatoriana. Con su voz potente y su estilo inconfundible, logró conquistar escenarios en América Latina, Estados Unidos y Europa, representando con orgullo las tradiciones del país.
Su hija Paola, quien también ha incursionado en la música, ha prometido seguir preservando y difundiendo el legado de su madre, combinando modernidad y tradición para mantener viva la esencia de “La Grande del Ecuador”. “Fuiste mi guía, mi ejemplo y mi canción eterna”, escribió Paola en otro mensaje. “Hoy canto para ti, porque la música es el idioma que compartimos y que nunca morirá.”
 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
															 
             
															 
															 
								 
								 
								 
															 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
								 
															 
								 
								 
								 
								 
								